El gran solar situado en el lado Besòs de la estación de Francia, liberado tras el derribo de un edificio anexo del mismo complejo, se convertirá en las próximas semanas en un inmenso espacio de obras una vez se han iniciado —aunque de momento no son nada visibles—, las obras para construir un proyecto aplazado durante décadas, el de la futura Biblioteca del Estado en Barcelona. Y estas obras van para largo, unos sesenta meses o, lo que es equivalente, cinco años. Es decir que, como muy pronto, Barcelona contará con este equipamiento cultural, si todo va bien, en algún momento del año 2030, cuando no hace ni tres años se prometía que estaría terminada en 2027.
Retrasos aparte, lo cierto es que este viernes se han citado en el solar, que hasta hace poco era aparcamiento de coches, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, el president de la Generalitat, Salvador Illa, la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en un acto que, a pesar de no incluir el ceremonial de la primera piedra, ha sido una manera de dar el pistoletazo de salida a las obras que, oficialmente, “ya han comenzado”, según explica el mismo ministerio de Cultura. En todo caso, la futura biblioteca, de 16.000 metros cuadrados y 82 millones de euros de presupuesto parece que, ahora sí, empieza a andar.

Además, aparte de dar por iniciadas las obras, también se ha informado de lo que será una de las primeras piezas que conformarán el fondo, el archivo personal de Juan Marsé, que el ministerio de Cultura ha adquirido a sus descendientes y que, contra una cierta lógica barcelonesa, no será destinado a la Biblioteca el Carmel - Juan Marsé, aunque a priori sería su destino más coherente. En todo caso, ya se ha dado el pistoletazo de salida del futuro edificio en una parcela de 5.000 metros cuadrados, adyacente a la estación de Francia, con una superficie útil de más de 16.000 m², distribuidos en ocho plantas —dos bajo rasante, planta baja y cinco plantas sobre rasante en superficies decrecientes—.
“Gran palacio del pueblo”, según el ministro Urtasun
En este acto de activación de las obras, el ministro Urtasun ha definido la futura biblioteca como el “gran palacio del pueblo” y ha destacado el papel de Barcelona como “cocapital cultural”. En una lógica española, además, insistido en que Barcelona era la única provincia “que no disponía de biblioteca pública del Estado”. También se destaca, con la misma lógica, que este edificio será la segunda biblioteca más grande de la red estatal, solo por detrás de la Biblioteca Nacional de España, situada en Madrid. Por su parte, el president Illa ha destacado, haciendo de la necesidad virtud, que los retrasos históricos para construir este equipamiento “han hecho mejor el proyecto” arquitectónico. Por su parte, la presidenta Moret ha destacado que esta biblioteca será “referencia del sistema bibliotecario público”, el cual ha definido como "modelo de éxito”.

Por su parte, el alcalde Collboni ha aprovechado para recordar la figura de Lluís Permanyer, que murió el jueves, como “hombre sabio, bueno, elegante y fiel relator del hilo rojo que conforma la historia contemporánea de Barcelona”, para hacer suya la reflexión según la cual “Barcelona se reinventa constantemente”, apuntando que la Biblioteca del Estado —también llamada Provincial o Central—, formará parte del eje de la Ciutadella del Coneixement, destacando que habrá un paseo directo por medio del parque zoológico entre el futuro Mercat del Peix y la futura Biblioteca del Estado.
La parcela sobre la que se está construyendo la biblioteca ha sido cedida por el Ayuntamiento de Barcelona y la gestión será competencia de la Generalitat de Catalunya. La futura biblioteca responde a un proyecto de biblioteca contemporánea y contará con áreas especializadas de música y audiovisual, amplios espacios para adolescentes y público infantil, así como auditorio y múltiples puntos de información y espacios polivalentes, de lectura, estudio y reunión. Todas las administraciones con usos autorizados en los espacios de la biblioteca serán las encargadas de dotarla de fondos, de cara a la apertura de sus servicios, ya de cara al año 2030 o más allá.