Juan Carlos I ya ha compartido con Felipe VI su deseo de regresar a España de forma permanente, sin embargo por ahora no podrá ser. Hasta que no se dé un cambio de gobierno esa posibilidad no se vislumbra a corto plazo. El rey está preocupado por su padre y ya ha hablado con el presidente del gobierno para buscar una solución. Si no pide perdón a los ciudadanos Pedro Sánchez ve imposible que el emérito vuelva a España.
El marido de Sofía está muy preocupado por morir fuera de su país. Sería una deshonra para él y para su hijo. Aunque no tiene ningún problema de salud, solo una movilidad complicada, Juan Carlos I tiene miedo de acabar solo. Su despedida está cada vez más cerca y hay que empezar a mover fichas.
Juan Carlos ha hecho todos los esfuerzos por regresar a España, pero ha sido complicado. Su última visita a Sanxenxo provocó un auténtico revuelo. Es por este motivo por el que este año no se le deja disfrutar de las regatas de Galicia, su gran amor de juventud. Disfruta de este deporte desde que es adolescente y a día de hoy aún se atreve a participar en ellas.
Juan Carlos I y Reino Unido: el verano de las regatas
El emérito le ha pedido a Felipe volver a España para arreglar papeles. Sabe que sus últimos años los pasará en Abu Dabi, así que le gustaría cerrar algunas cuentas pendientes. El rey le ha dado luz verde para su viaje, pero le prohíbe instalarse en Sanxenxo, ni tan siquiera aparecer. Tiene que elegir otro lugar más discreto y apartado.
El padre de Felipe VI tiene dos citas pendientes a corto plazo. El próximo mes de mayo ha recibido la invitación para asistir a la coronación de Carlos III y en verano a las famosas regatas de Reino Unido. Ya que no se le deja participar en España le encantaría estar en las regatas británicas. Del 31 de agosto al 8 de setiembre se celebrará una regata en la villa portuaria de Cowes, en la isla de Wight, al sur de Southampton. Tal y como ha podido comprobar Informalia, El Bribón está inscrito. Además, fuentes de la tripulación del barco, lo confirman a Informalia, y añaden que podría acudir el Emérito: "No sería extraño que el patrón se pusiera al timón", dicen.