Tal dia com avui de l’any 1939, fa 81 anys, i en el context de les setmanes immediatament posteriors a la finalització de l’ocupació franquista de Catalunya (9 de febrer de 1939), Eliseo Álvarez Arenas, general en cap dels Servicios de Ocupación de Cataluña, signava un edicte (publicat per La Vanguardia Española, edició del 21/03/1939) que deia: “Al tocarse los Himnos Nacionales el público si está sentado se pondrá en pie y permanecerá con el brazo en alto y la mano abierta y extendida, formando con la vertical del cuerpo un ángulo de 45 grados, hasta que termine la interpretación”.

Segons el mateix edicte, aquella imposició no estava restringida als espais públics tancats, i tot seguit, deia: “Este saludo se hará también en la calle (...) al paso de la Bandera Nacional o cuando se interprete el Himno de España (Marcha Granadera) o los Himnos de la Falange Española, Oriamendi y de la Legión (...) Es necesario que todo el mundo cumpla rigurosamente lo consignado en esta nota, con entusiasmo, sin la más ligera tibieza, como el que corresponde al que siente el noble ideal de una Patria; una, grande y libre que es la España que con tan enorme heroísmo se está forjando”.

I, finalment, ho rematava amb una amenaçadora advertència. Després de recordar que aquell edicte penjava d’un decret signat per Franco el 1937 —en plena Guerra Civil—, deia: “El mal español, el que no sepa redimirse de culpas pasadas y regatee el saludo franco que a los símbolos de la Patria debe rendirse, que se atenga a las consecuencias, ya que su falta de patriotismo tendrá el oportuno correctivo (...) Todos de pie y con el brazo en alto saludemos siempre con entusiasmo a nuestra Bandera y a nuestros himnos, que representan a la España que debemos amar por encima de todo lo humano”.