Visitamos a Àngel Colom, director de la Fundación Nous Catalans, pocas horas antes de las últimas detenciones efectuadas en Catalunya de presuntos captadores de combatientes yihadistas. Nos recibe en la sede de la entidad, situada en el centro de Santa Coloma de Gramenet.

'La Razón' ha publicado esta semana “Los Nous Catalans de Mas y Junqueras viajan a Siria para unirse a ISIS”. ¿Le consta que alguien relacionado con la fundación que dirige esté combatiendo en Siria? Rotundamente no. Ni combatiendo en Siria ni simpatizando con el yihadismo.

En 'La Razón' también afirman que, según fuentes antiterroristas, en Siria hay 10 o 12 combatientes procedentes de Catalunya salidos del entorno de Nous Catalans y de la sectorial de inmigración de ERC. ¿Usted puede poner la mano en el fuego de que eso no es así? Hace tiempo que he aprendido a no poner la mano en el fuego por nada ni por nadie, pero de lo que yo sé y del trabajo que estamos haciendo con la comunidad musulmana, puedo afirmar que todo esto es un montaje de este panfleto españolista. Es mentira.

Quizás el origen de la información es su estrecha relación con la comunidad musulmana... Una cosa es la religión musulmana, tan respetable como cualquier otra, y una cosa diferente es la ideología islamista. Si en Catalunya hay una entidad que trabaja para combatir ideológicamente el islamismo radical y estar al lado de los demócratas de toda Europa y de todo el mundo, somos nosotros. Y eso La Razón no sé si lo sabe, pero el ministerio del Interior y los Cuerpos de Seguridad del Estado lo saben.

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¿Por qué cree que ha aparecido esta información? Pretenden vincular independentismo con yihadismo. Es una de las manías que arrastran desde hace años.

¿Quién hay detrás? El Gobierno del PP, el CNI y varios medios de comunicación de Madrid.

¿Existe la posibilidad de que alguien que haya tenido relación con su fundación en algún momento puntual se haya radicalizado posteriormente? Si lo fuera sería una excepción muy minoritaria, pero no me consta lo dudo mucho. La gente que viene aquí sabe que trabaja en un proyecto que tiene unos valores diametralmente opuestos al fascismo del yihadismo. Por lo tanto, estoy muy tranquilo.

El yihadismo es fascista

¿En Catalunya hay yihadistas? Existe una pequeña minoría radical, como existe en toda Europa. Pero hay que diferenciar musulmanes de islamistas. Antes le decía que no pongo la mano en el fuego por nadie, pero sí lo hago por la inmensa mayoría de catalanes musulmanes que no tienen nada que ver con el yihadismo. Oiga, aquí también tenemos una minoría de catalanes fascistas de origen católico que se manifiestan el 12 de octubre en Montjuïc. Y no por eso estigmatizamos la religión católica.

¿En Catalunya hay imanes radicales? Unos cuantos.

¿Saben quiénes son? Sí, y alguna vez los hemos denunciado.

¿Por ejemplo? Abdelwahab Houzi, un imán de Lleida que predica desde hace años un islam intolerante, medieval y sectario. El ayuntamiento le hizo en el pasado algunos parabienes. Ahora está más controlado, pero sigue predicando. Otro caso es un imán de Reus que va y viene de Holanda y en Torredembarra hacen unos encuentros en Semana Santa donde se reúnen 3.000 fieles que reciben prédicas hechas por imanes que vienen de Kuwait y la Arabia Saudí. Y la policía española y la Guardia Civil lo saben.

No entiendo por qué el Gobierno no expulsa a los imanes radicales

¿Y no hacen nada? No. ¿Y yo me pregunto por qué, sabiendo lo que saben y teniéndolos identificados, no los detienen y los expulsan? En Francia y en Italia lo hacen.

¿Y qué se responde a esta pregunta retórica? Mire, el actual presidente de la Comisión Islámica de España, el señor Mounir Benjelloun Andaloussi Azhari, es una persona ideológicamente próxima a Justicia y Caridad, un movimiento que está prohibido en Marruecos.

¿Prohibido? Lo consideran ilegal y terrorista.

¿Por qué? Defiende derrocar al Rey de Marruecos e instaurar un califato. Y no hace falta que le recuerde que eso es exactamente lo mismo que defiende Estado Islámico. Y resulta que un señor que es simpatizante de este movimiento, con el visto bueno del CNI y del Gobierno del PP, es el interlocutor de los musulmanas en España.

¿Usted eso lo ha denunciado? He hablado con expertos europeos en yihadismo y no entienden nada. Nos encontramos con que el Estado, que no actúa a favor de la seguridad de todos, nos acusa a nosotros, que luchamos contra el islamismo radical, de connivencia con el integrismo.

Cuando hay hechos como los de París, parte de la sociedad catalana reclama un rechazo público más contundente de la comunidad musulmana contra la violencia de los radicales. ¿Usted también lo echa de menos? Hace años yo pensaba lo mismo y que se tenía que resolver. Ahora, a base de dialogar mucho, las comunidades musulmanas han evolucionado en este sentido. Después de los atentados de París ha habido concentraciones de condena con representación de más de 80 comunidades musulmanas de toda Catalunya para denunciar aquellos que dicen actuar en nombre de ellos. Es cierto que no se ha hecho ninguna concentración de miles de personas, pero si algún día hiciera falta, que espero que no haga falta, se hará. No lo dudo.

¿Qué estado de salud tiene la integración de los musulmanes en nuestro país? Hace más de un año trabajamos en un Plan Nacional para conseguir un pacto de país que resuelva el encaje de los musulmanes en Catalunya. Si lo hacemos bien, servirá para aislar todavía más a la ultra minoría que son los islamistas radicales.

No aceptaría una mezquita pagada por Catar o Arabia Saudí

¿Una manera de que los musulmanes se sientan todavía más en su casa pasa para construir la famosa gran mezquita de Barcelona? Desde hace años defiendo que Barcelona no puede ser la capital del Mediterráneo si no tiene una gran mezquita que, además, sea una joya arquitectónica.

¿Entiende la prevención que una parte de la sociedad muestra cuando oye gran mezquita y Barcelona? Aparte de que este es un tema muy goloso políticamente hablando... Este tema caerá por su propio peso. En muy pocos años tenemos que poder poner la primera piedra de una mezquita de la cual me quiero sentir tan orgulloso, como catalán católico que soy, como me siento de la Sagrada Familia o de Santa Maria del Mar.

¿Qué hacemos con los prejuicios? Hay que dejarlos atrás. Igual que los miedos y lo políticamente correcto.

¿Cómo se tiene que llevar a cabo la construcción de esta gran mezquita? El Ayuntamiento de la ciudad tiene que encarar, junto con los partidos políticos, la creación de un consorcio con participación de los países de origen de la mayoría de los musulmanes catalanes.

Evitaríamos que quieran pagar este centro de culto y marcarle la ideología a partir de un islam contrario a los valores europeos.

¿Está hablando de Marruecos? Con Marruecos y con su Rey es fácil dialogar porque practican un islam malaquita, muy compatible con los valores europeos y catalanes. Pero también pienso en el Senegal, Pakistán, Mali o Bangladesh. Todos estos países podrían participar en el Consocio que financiaría la construcción de la gran mezquita. Marruecos, por ejemplo, tiene un plan específico que ya ha servido para establecer diversas mezquitas en ciudades europeas.

¿Y con eso qué conseguiríamos? Evitaríamos la tentación de que Arabia Saudí, Catar o los Emiratos Árabes quieran pagar este gran centro de culto y marcarle la ideología a partir de un islam wahabita y salafista que es contrario a los valores europeos.

¿Y si fueran ellos quienes pagaran la mezquita, qué? De la misma manera que manifiesto con contundencia que hace falta una gran mezquita en Barcelona, digo que estoy totalmente en contra si la financian Catar, Arabia Saudí o los Emiratos Árabes.

¿Por qué? Nos vehicularían la praxis de un Islam que es el origen del radicalismo actual. Nuestra apuesta tiene que ser una mezquita con valores modernos de paz y concordia y con una escuela de formación de los imanes que después enseñarán el Corán en las mezquitas catalanas. Y ante eso no tiene que haber miedo.

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¿Qué espera, pues, del Ayuntamiento de Barcelona? Una alcaldesa valiente que coja el toro por los cuernos y unos partidos políticos que expliquen bien eso a la ciudadanía.

¿Y, qué espera de los países que citaba anteriormente? He hablado con muchos y ya están de acuerdo. El tema está muy maduro y ahora conviene que alguien mueva la primera pieza y que se ponga todo en marcha. Si lo conseguimos, el radicalismo que pueda existir irá disminuyendo hasta convertirse en una anécdota.