Por primera vez el cuerpo de los Mossos d'Esquadra deja entrever que garantizarán que se pueda votar durante el referéndum del 1-O. Así lo ha dejado entender tanto el portavoz de la policía catalana como el jefe de los Mossos en el Camp de Tarragona.

Albert Oliva ha dicho en declaraciones en la cadena SER que seguirán las instrucciones de sus superiores a la hora de actuar. Lo que sitúa al Mayor de los Mossos en el punto de mira. "Si pasara ahora mismo, recibiríamos instrucciones vía jerárquica", dice el portavoz de los Mossos.

Trapero accedió a Major del cuerpo esta pasada primavera y se puso a las órdenes del president de la Generalitat. El Major ya hace meses que ordenó que cualquier requerimiento judicial que tuviera que ver con el procés se le derivara directamente a él.

La prueba de fuego es qué harán los Mossos si reciben una orden judicial. Joaquim Forn no espera ninguna, aunque para el 9-N la Fiscalía les pidió el listado de todos los voluntarios. Una orden que los Mossos no cumplieron siguiendo órdenes de sus superiores.

Sí, desde Tarragona

El jefe de la región policial del Camp de Tarragona ha dicho claramente que la policía catalana hará lo que le ordene el Govern de la Generalitat para garantizar que se pueda hacer el referéndum del 1 de octubre. A David Boneta lo nombraron el mes de mayo, junto con los cambios en la cúpula operativa de los mandos de los Mossos. Una cúpula que se reforzó con el nombramiento del Major y de perfiles fieles a la actual línea del Govern.

En una entrevista en la cadena SER Tarragona, Boneta admite sin dilaciones que la policía está bajo "las órdenes del Govern de la Generalitat". El comisario no deja duda: "Los Mossos d'Esquadra nos debemos al Govern de Catalunya, a la Generalitat de Catalunya. Nosotros tenemos un conseller, un director general... Ellos son los que dan las directrices políticas".

Tanto el portavoz del cuerpo como el jefe de los Mossos del Camp de Tarragona se alinean con el conseller Joaquim Forn, nombrado hace diez días, que sólo dos días después de poner los pies en la Conselleria de Interior ya dejó claro que los Mossos garantizarían la celebración del referéndum. Con esta misma intención, Forn nombró al nuevo director general de la policía, Albert Soler, en sustitución de Albert Batlle, que dimitió horas después de que Forn relevara a Jordi Jané.