El expresident de la Generalitat Jordi Pujol advierte del aumento de "la agresividad contra Catalunya" en España y, al mismo tiempo, del crecimiento de la sensación de "que ahora es un buen momento para imponer a un radical marcha atrás en el proceso de autogobierno y de reconocimiento de Catalunya", todo con un objetivo final, "acabar con Catalunya como sujeto identitario y político".

Pujol desgrana estas ideas en un nuevo artículo publicado en el blog de la Associació Serviol, que en las últimas semanas ha sido el vehículo del expresident para dar a conocer sus pensamientos, en las primeras entregas centradas en las consecuencias de la confesión en tener dinero en el extranjero no declarados, y ahora ya más centradas en aspectos de política general.

En este cuarto escrito, titulado 'La lengua es irrenunciable", Pujol hace una defensa de la política lingüística aplicada en Catalunya desde la transición -especialmente durante los años de su mandato- y recuerda que además de los temas "competenciales y de financiación", la lengua y la cultura son elementos "clave para el autogobierno catalán", porque "la personalidad propia de Catalunya no es de base étnica, sino cultural y de memoria histórica, y en eso juega un papel primordial la lengua".

"Sin que se advierta el cuydado"

Es precisamente por eso, sostiene Pujol, que "todas las políticas españolas de uniformización han tenido como objetivo la castellanización lingüística y la pérdida de personalidad propia de Catalunya", una acción que han compartido todos los gobiernos españoles de los últimos siglos, desde los tiempos del "sin que se advierta el cuydado", y siempre con "un objetivo claro que es la pérdida de personalidad propia de Catalunya".

Ante esta situación, y la constatación de que "a pesar de todo llegamos a 1975 con una lengua y una cultura catalanas que habían resistido bien la agresión", Pujol pondera los "cambios importantes y positivos en el tema lingüístico y cultural" a partir de la muerte del dictador.

Es en este contexto que Pujol recuerda que Catalunya ha sido capaz de preservar su identidad a pesar de "largos periodos con regímenes hostiles a Catalunya y a su continuidad como nación" y por lo tanto, llegar al cambio de siglo "con una personalidad fuerte, operativa y capaz de mantener básicamente su unidad interna".

Ahora bien, el expresident advierte que esta situación "se empezó a resquebrajar con la mayoría absoluta del PP el año 2000", que comportó "un fuerte avivamiento en el campo de las ideas del proyecto uniformizador y centralizador de España". En este sentido Pujol rememora una conversación del año 2002 "con dos personas muy relevantes del momento político e intelectual español del momento", en las que literalmente le habrían dicho: "Haceos en la idea de que habéis perdido. Además, la inmigración se os va a comer. Dentro de dos generaciones, de 40 años, de todo esto ya no se hablará". No han pasado cuarenta años, pero si casi quince, un periodo de tiempo que permite afirmar a Pujol que crece "la agresividad contra Catalunya". Basta con tener en cuenta la Operación Catalunya.