Tener la idea, llevarla a cabo, hacer una primera inversión inicial y... seguir buscando inversión. Los emprendedores ponen toda la carne en el asador para cerrar rondas de financiación, pero, una vez se ha levantado capital, ¿cuál es el rol del inversor? ¿Cómo funciona el retorno? ¿El inversor pasa a tener un papel principal en el negocio o se queda al margen? 

Iñigo Laucirica, investment manager de Samaipata, señala a este medio que en venture capital todas las fases de la inversión "tienen su complejidad". "Los fondos hacemos mucho trabajo de cara a detectar y conocer los proyectos, pero esto no es suficiente, ya que sin una reputación y marca potentes es difícil lograr acceso a los mejores fundadores para posteriormente invertir en sus empresas". "En rondas atractivas hay que competir para liderar la ronda. Durante el proceso, los fondos rivalizamos tanto en la valoración ofrecida como en el apoyo que podemos prestar a futuro a las compañías", recuerda Laucirica, que añade que "a pesar del trabajo que la precede, la inversión inicial es solo el inicio. Aunque son los fundadores y empleados los que cargan con el peso de la construcción del negocio, los VC estamos también involucrados a nivel estratégico, financiero y operacional". 

Diego Camilleri, General Partner de Lanai Ventures, apunta que "en la práctica, hasta que no se ha realizado un exit, el retorno de una inversión es cero. Hay muchos casos en los que el retorno nunca llega a materializarse, que es nulo, por eso es igual de importante la estrategia de entrada que la estrategia de salida", argumenta. En este sentido, agrega que "el mayor enemigo de la inversión en Venture Capital es la incertidumbre, y mientras los tipos se mantengan elevados, no haya visibilidad sobre su evolución al medio plazo, y no se reactiven las salidas a bolsa y las adquisiciones por parte de las grandes corporaciones, no esperamos ver un incremento sustancial en el apetito inversor". 

Por su parte, Juan Orbea, analista en Swanlaab Venture Factory, aclara que materializar buenos retornos de forma consistente, en distintos escenarios de mercado y durante largos periodos de tiempo (décadas), también es "altamente complicado". "Venimos de unos años con tipos de interés por los suelos, lo que hacía anormalmente fácil levantar capital, endeudarse, etc. Pero esto es algo que no solo afecta a los inversores profesionales, también a los Estados, a las empresas y a las personas en particular. Creo que seguimos en ese periodo que empezó el año pasado de sequía financiera, aunque quizá con menos intensidad". 

"Pocas inversiones acaban siendo rentables"

¿El retorno de la inversión en start-ups es una utopía o es perseverancia? Iñigo Laucirica indica que las start-ups son negocios "muy frágiles y arriesgados" y que existe dispersión en cuanto a la rentabilidad. "La mayoría acaban no siendo inversiones rentables y unas pocas determinan el éxito del fondo en su conjunto. Los inversores tenemos que construir portafolios a valoraciones razonables que nos permitan ofrecer una rentabilidad acorde al riesgo a nuestros propios inversores, teniendo en cuenta que muchos negocios no prosperarán. La diversificación es la clave que nos permite invertir en este tipo de activo de forma rentable y disciplinada". 

Al mismo tiempo, Orbea explica que las compañías invertidas en early stage por un fondo de venture capital suelen materializar un retorno a los 5-10 años de ser invertidas, en lo que se conoce como un “evento de liquidez”, que suele consistir en la compra de la compañía por otra empresa o en una salida a bolsa (IPO). "Normalmente, cuanto mayor es el potencial de la compañía, más tarde se vende o sale a bolsa, por lo que nos estaríamos acercando más a los 10 años". En esta línea, tanto Orbea como Camilleri aseguran que el inversor se lleva un porcentaje distinto según la valoración acordada y el capital invertido. "Obtener el retorno esperado depende de muchos factores, solo se puede saber si lo obtiene una vez realizado el evento de liquidez. Además, el retorno esperado se mide sobre el fondo, no sobre las compañías individuales", apuntan. 

Atracción de capital

¿Y el retorno es igual en todos los países? Camilleri es rotundo y afirma que no. "Aunque en España los retornos en la inversión en start-ups son elevados y por encima del resto de activos, siguen por debajo de los otros grandes países europeos, y especialmente de los de EEUU. Creemos que esto va a cambiar, porque los emprendedores españoles no tienen nada que envidiar a los emprendedores de otros países, y esto está atrayendo cada vez más capital internacional. Por otro lado, el retorno se da en la desinversión, y España es un mercado con pocas salidas a bolsa y con poca actividad compradora por parte de grandes compañías. Esto alarga los plazos de salida, impactando al retorno potencial a obtener", acaba.