El grupo Mango ha rediseñado su hoja de ruta de sostenibilidad para avanzar en sus objetivos de lucha contra el cambio climático, acelerando su estrategia de cara a 2030, con el plan Sustainable Vision 2030. Entre las medidas que se implantarán en el corto plazo destaca la sustitución de la etiqueta Committed -que identifica los artículos con menor impacto ambiental- por un código QR que, a través de la página web de la marca, dará información al cliente sobre la composición, el sitio de diseño y la fabricación del producto.

El objetivo es avanzar hacia una colección más sostenible, priorizando materiales de menor impacto ambiental e incorporar criterios de diseño circular, con el objetivo de que en 2030 estos predominen en el diseño de sus productos y el 100% de sus fibras sean de origen sostenible o recicladas. A más largo plazo, Mango se ha fijado como meta llegar a las cero emisiones netas en 2050.

Actualmente, el 75% de las prendas de Mango posee ya propiedades sostenibles, y desde 2021 la compañía ha evitado el uso de 500 toneladas de plástico con su proyecto de sustitución de bolsas de plástico por otras hechas de papel para el producto que sale de fábrica, según datos difundidos por la textil. En materia de fibras, Mango ha avanzado en los últimos años con la incorporación de fibras alternativas de menor impacto dentro de su colección. En este sentido, cabe destacar que un 90% del algodón ya es más sostenible, un 29% del poliéster utilizado por la compañía ya es reciclado y que un 63% de las fibras celulósicas son de origen trazable. Para 2025, la marca prevé que la totalidad del algodón empleado sea de origen sostenible, el poliéster utilizado sea reciclado y que el cien por cien de las fibras celulósicas sea de origen controlado y trazable.

Las nuevas acciones del grupo con sede en Palau-solità i Plegamans (Barcelona) responden, en parte, a las directrices de la Unión Europa en materia de sostenibilidad y de los necesarios avances del sector textil, uno de los más contaminantes. La Comisión Europea quiere legislar para establecer normas armonizadas de información para los consumidores en el punto de venta. Inicialmente, para 2023, está previsto que se introduzca un pasaporte de producto digital que contendrá información sobre la composición de los productos en el mercado europeo, con el fin de ayudar a aumentar sus posibilidades de ser reutilizados y reciclados.

El consejero delegado de Mango, Toni Ruiz, señala que “la nueva estrategia de sostenibilidad no es un objetivo que cumplir, sino un eje transversal integrado de nuestra estrategia empresarial y modelo de negocio que condiciona nuestra toma de decisiones y el impulso de proyectos y acciones, con el objetivo de desarrollar nuestra actividad con el menor impacto ambiental y social posible”.

Mango Centro logístico Lliçà
Instalaciones del centro logístico de Mango en Lliçà | MANGO

En paralelo, el departamento de sostenibilidad de la firma, configurado por un equipo de unas veinte personas, ha diseñado las acciones necesarias para reducir un 25% su consumo de agua en 2030 y se compromete a priorizar el aprovisionamiento responsable de materiales y fibras alternativas de menor impacto ambiental y centrará sus esfuerzos en proyectos para la eliminación o substitución de componentes y embalajes de plástico por otros materiales.

En su compromiso con las personas, Mango trabajará en continuar su proceso de auditoría de sus proveedores con el objetivo de asegurar que se cumplen las condiciones laborales adecuadas a las fábricas con las que la compañía trabaja en todo el mundo. De forma más o menos inmediata, se publicará la lista de proveedores de materiales como tejidos y fornituras, como “ejercicio de transparencia acerca de sus esfuerzos en pro del bienestar de los trabajadores de su cadena de suministro”, asegura el grupo.

Mango validará también la veracidad de la sostenibilidad de todas sus fibras, exigiendo a sus proveedores total trazabilidad y transparencia acerca de las materias y procesos utilizados en la fabricación de sus productos. Asimismo, el 100% de las prendas diseñadas con criterios de circularidad serán revisadas por el departamento de circularidad de Mango para su validación y se potenciará que las prendas sean más fácilmente reciclables (teniendo en cuenta su composición y construcción), apostando por la durabilidad o utilizando patrones que den lugar a un menor volumen de residuos. En esta línea, las prendas elaboradas dentro de una estrategia de mayor durabilidad serán analizadas y certificadas por el centro de investigación AITEX, el laboratorio de referencia internacional para la investigación, innovación y servicios técnicos avanzados para los sectores textil, hábitat, indumentaria, textiles técnicos y cosmética, entre otros, que está emplazado en Alicante.