El Consejo Regulador del Cava permitirá utilizar parcialmente uva de viñas que están dentro del territorio de la DO que no estén registradas. Es una de las medidas acordadas al pleno de este jueves para articular un fondo de provisión que de cara al futuro compense la falta de vino derivada de la sequía. Aparte del uso de uva no registrada, para llenar el fondo también se podrá incrementar el porcentaje de prensado, pasando del 67% a un 74%. Por último, el pleno ha acordado que este año el rendimiento será de 12.000 kilos por hectárea de viña, con 3.000 kilos más si se destinan al fondo de provisión. El presidente de la DO Cava, Javier Pagès, dice que son medidas "necesarias" y dice que "no se podían retrasar más" ante los efectos de la sequía, según información recogida por la agencia ACN.

El fondo de provisión de garantía cualitativa fue aprobado por el Consejo Regulador en marzo, y ha sido este jueves cuando el pleno ha perfilado como llenar estas reservas de futuro. A pesar de que previamente campesinos y elaboradores habían mostrado posiciones distantes a la hora de concretar el despliegue de este fondo, Pagès ha asegurado que las tres medidas acordadas han recibido el apoyo unánime de los miembros del pleno. El fondo será individual para cada bodega.  

Por una parte, los elaboradores podrán llenar estas provisiones utilizando parcialmente uva de viñas que actualmente no están registradas a la DO Cava, pero que se cultivan en la zona donde se extiende el control del Consejo Regulador -básicamente, el gran Penedès, pero también todo el resto de regiones cavistas que hay en España. El vino que se obtenga de estas viñas podrá ser como mucho el 15% del fondo y se podrá almacenar máximo durante un año.

En segundo lugar, el pleno ha acordado que la uva cogida en la vendimia de este año se pueda prensar más de lo que es habitual. Si las últimas campañas se exprimía el 67% del fruto, ahora se permitirá llegar al 74%. Este 7% de diferencia solo se podrá utilizar para llenar el fondo de provisiones de la bodega, y tendrá tres años como máximo para consumirlo.

Por último, campesinos y elaboradores han consensuado que esta vendimia el tope de rendimiento de la viña sea los 15.000 kilos por hectárea que ya se recoge en el reglamento habitual del Consejo Regulador, pero con una diferencia: como mucho para el prensado de este año se podrán utilizar 12.000 kilos, y los 3.000 restantes se tendrán que destinar el fondo de garantías. Como en el caso anterior, este vino tendrá un máximo de tres años de almacenaje.

Javier Pagès ha resaltado a la ACN que el vino del fondo de garantía cualitativa "no será vino calificado como a cava, pero sí que tendrá el potencial para serlo en un futuro". "Es un vino que habrá seguido las mismas normativas exigentes de trazabilidad, pero no será cava hasta que el Consejo Regulador lo libere", ha explicado, enfatizando que será la DO la entidad que monotoritzarà las reservas y a quien dirá cómo y cuándo se pueden utilizar. Pagès también ha recalcado que las bodegas no podrán vender los diferentes fondos entre ellos.

El presidente de la DO Cava ha admitido que la viña está sufriendo una alta mortalidad que hace que muchos campesinos y bodegas preveguin una bajada de la cosecha de este año, de manera que ha reconocido que es paradójico plantear justo ahora una herramienta para acumular excedentes. Con todo, ha defendido que hace dos años que el Consejo Regulador lo debate "porque históricamente la DO Cava había sufrido de exceso de vino debido a un elevado registro de viñas que en su día no se regularon correctamente".

En este sentido, ha señalado que otras denominaciones de origen como La Rioja o el Champagne también disponen de fondo de provisiones y ha defendido que el Cava lo necesitaba "como herramienta estructural de futuro". "Hemos de proveernos de herramientas que nos ayuden a luchar contra el cambio climático para defender una DO que es conocida por todo el mundo", ha aseverado, defendiendo que "hay que proteger unas viñas que marcan la singularidad del Penedès y que son el motor de centenares de campesinos y bodegas".

A pesar de haber acordado medidas sectoriales, Pagès ha apuntado que la creación del fondo de provisiones es en paralelo al clamor que mantiene el sector hacia la Generalitat para que facilite infraestructuras hídricas que garanticen la llegada de agua al Penedès para regar las viñas y compensar la falta de lluvias.