La probable huelga de trabajadores de tres plantas de gas natural licuado en Australia pone al descubierto, una vez más, los efectos que un mercado de gas globalizado tiene sobre la volatilidad del precio.  

Los temores de este conflicto laboral han aumentado los precios mayoristas de gas natural en Europa. El pasado 9 de agosto, los precios futuros de gas natural subieron casi un 40%. El precio del gas del primer mes en el nodo holandés Title Transfer Facility (TTF), un punto de referencia europeo para el comercio de gas natural, alcanzó su nivel más alto desde mediados de junio. Y el 21 de agosto los precios de referencia del gas para la Unión Europea y el Reino Unido subieron alrededor de un 10%, según Bloomberg. Los precios se dispararon después de la invasión rusa de Ucrania, pero habían disminuido desde entonces. Las tarifas spot (tarifa que se usa para el embarque de mercancías) de envío de gas natural licuado (GNL) en la región del Pacífico también han aumentado superando los 100.000 dólares al día.

Las instalaciones que se verían afectadas por las huelgas serían North West Shelf (operada por Woodside Energy), Gorgon y Wheatstone (operadas por Chevron). Dado que estas instalaciones representan el 10% de las exportaciones mundiales de GNL, el mercado de suministro gas se verá afectado y, en consecuencia, también el precio. Ya lo estamos viendo estos días.

Australia es un gran jugador en el mercado global de gas natural licuado. Catar, Australia y Estados Unidos juntos representan casi el 60% del suministro mundial de GNL. Según Kpler, en el año 2023 Estados Unidos ha asumido el papel líder como exportador mundial de GNL, con Australia en segundo lugar, muy cerca de Catar, que ocupa el tercer lugar. Pero desde julio de 2023 en adelante, Australia ha ocupado el tercer lugar.

El 99,9% de las exportaciones de GNL de Australia tienen como destino Asia, principalmente Japón, China y Corea del Sur. Si ocurriese la interrupción, estos y otros países asiáticos podrían estar compitiendo con Europa por GNL de otros proveedores. Pero la demanda de gas de Europa podría desempeñar un papel importante en la severidad de esta competencia.

Según el Foro de Países Exportadores de Gas (GECF), en julio de 2023 el consumo de gas de la Unión Europea disminuyó un 12% interanual. Esta reducción es consecuencia de un aumento de la producción de energías renovables y de la baja demanda del sector industrial. Además, el mes pasado, Europa redujo sus importaciones de GNL debido principalmente al menor consumo de gas y a los altos niveles de almacenamiento. Si esta tendencia continúa, el impacto de cualquier huelga podría ser mucho menor. El GECF sugiere que el último trimestre de 2023 será relativamente cálido y, en consecuencia, habrá menos necesidad de gas para calefacción.

Europa va a llegar al invierno con sus depósitos de gas natural prácticamente hasta los topes, una de las prioridades que se había marcado Bruselas tras la invasión rusa de Ucrania.  Una reducción de más del 10% en la demanda europea de gas en el primer semestre de 2023 facilitó el llenado de los almacenamientos. El almacenamiento de gas de la Unión Europea está ahora al 91,78% (lo que equivale a unos 1.037,9356 TWh de gas) y puede cubrir hasta un tercio de la demanda de gas de la UE.

El consumo de gas previsto en Europa dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas y de la continua reducción y/o sustitución de la demanda de gas. Si las importaciones de GNL continúan disminuyendo, Europa será menos vulnerable a posibles interrupciones del suministro y las exportaciones a Asia podrían verse menos afectadas.