La secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, María González Veracruz, ha anunciado el lanzamiento de una convocatoria de ayudas para el impulso de las ciudades y territorios inteligentes por un importe de 87 millones de euros. González Veracruz, que este lunes ha participado en la apertura de un foro en Santander, ha explicado que los 87 millones de euros procederán del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
"Se trata de seguir ayudando, porque ya venimos de cinco convocatorias de red.es de 200 millones de euros para seguir financiando a entidades locales, pero también a otras entidades supralocales como comunidades autónomas”, afirma Veracruz. De momento no se ha anunciado cuándo se abrirá la convocatoria ni tampoco los requisitos para poder optar a estas ayudas.
Las grandes urbes de España, desde Madrid hasta Barcelona, pasando por el dinamismo de Valencia, Málaga o Bilbao, están viviendo una transformación profunda y silenciosa. El motor de este cambio no es solo el hormigón o el acero, sino el código y el algoritmo: la inteligencia artificial. Uno de los campos donde la IA más se nota es en la movilidad. Los atascos, un problema endémico en ciudades como Madrid o Barcelona, están siendo combatidos con sistemas de IA que analizan en tiempo real millones de puntos de datos: flujos de tráfico, accidentes, eventos especiales y el estado del transporte público.
Las grandes ciudades de España ya no solo compiten por tener el rascacielos más alto o el parque más grande, sino por ser las más inteligentes. La IA es el núcleo de esta evolución, pasando de ser un concepto de ciencia ficción a una herramienta práctica que ayuda a gestionar la complejidad de la vida urbana. Concretamente, un informe de la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) revela que la inversión en algoritmos para servicios municipales se ha duplicado desde 2020, alcanzando los 580 millones de euros solo en 2023. Madrid y Barcelona lideran el despliegue, pero Málaga y Valencia emergen como 'hub' de innovación en sostenibilidad.
La gestión de recursos es otro pilar. Valencia es referente con su red de sensores en el ciclo del agua. Su sistema de IA detecta fugas en la red con un 95% de precisión antes de que sean visibles, ahorrando 7,5 millones de metros cúbicos de agua al año, equivalente al consumo de 55.000 familias. El gran escollo sigue siendo la homogenización. Mientras grandes ciudades avanzan, municipios más pequeños se quedan atrás.
Además, un 62% de la población, según el INE, expresa preocupación por la privacidad de sus datos. En seguridad, el debate ético está servido. Barcelona emplea IA “con estrictos controles y supervisión humana", según fuentes municipales, para analizar las 180.000 horas de vídeo mensuales de cámaras municipales y detectar patrones de incidentes (como aglomeraciones o vehículos mal aparcados en zona bus), agilizando la respuesta de los servicios.