Apostó por una app para brokers que conectara a inversores de Kazajistán con la Bolsa estadounidense y ahora es tres veces milmillonario gracias a su invento, Freedom Finance, el único servicio de Bolsa europeo que cotiza en el Nasdaq estadounidense. Timur Turlov, nacido y criado en Moscú en 1987, pero de nacionalidad kazaja (renunció a la rusa cuando Putin invadió Ucrania), recibe a ON ECONOMIA desde las alturas de sus dos metros y de su despacho en Limassol, en Chipre, donde tiene la empresa su base europea, y donde ha organizado un foro de inversores invitando a prensa internacional para dar a conocer la marca y promocionar al país como destino de inversiones. Se bebe varias latas de agua con gas Perrier de diferentes sabores durante la entrevista.

A sus 35 años, está en el puesto 949 de los milmillonarios de Forbes,que le atribuye una fortuna de 3.500 millones de dólares, una de las mayores de su país,aunque él asegura que dispone solo de "unos pocos de cientos de miles" porque el resto está en inversiones. En Europa y en España, donde también han abierto hace poco, la plataforma aún lucha por darse a conocer y sumar clientes. Condena con corrección y midiendo las palabras la invasión de Putin y ha enviado ayuda a los ucranianos, pero lamenta que, a diferencia de la lista europea de millonarios rusos sancionados, que no le incluye porque ya no es ruso, Ucrania sí que le mantiene en esa lista de vetados.   

Días después de la entrevista, Freedom Finance presenta sus resultados con unas ventas de 316,2 millones de dólares en el primer trimestre, un 83% más que en el mismo periodo del año pasado, y un beneficio neto de 67 millones de dólares, 9 más que los 59 del pasado año. En el cuarto aniversario de su llegada al Nasdaq, la empresa supera los 5.000 millones de dólares con algunas sombras que Turlov no tiene problema en abordar. 

¿Cómo fue su infancia?  
Nací en Moscú, en Rusia, mi familia no era rica. Mi madre estudiaba medicina en la Universidad cuando yo nací, eran los años 90, la transformación de la Unión Soviética después del comunismo, no eran los tiempos más fáciles económicamente. A mi padre, nacido en Kazajistán, no lo llegué a conocer. Desapareció, no sabemos que sucedió.  Intenté encontrarlo, pero nunca más supe de él. Mi madre me crió, se volvió a casar, y por aquella época los médicos estaban muy mal pagados. 

¿Cuándo le empezó a atraer el mundo de la Bolsa y las finanzas?
Teníamos un ordenador en casa porque mi madre escribía textos científicos y desde pequeño me encantaban los ordenadores, mi pasión era entenderlos. Pensaba que me dedicaría a eso, pero entonces vi algunas películas norteamericanas sobre los mercados y todos esos hombres que se hacían ricos y me atrajo. Cuando escuché hablar sobre el trading en internet, se unieron las dos cosas: puedo hacer dinero y hacerlo desde mi ordenador. 

Las películas norteamericanas con traders haciéndose ricos me hicieron interesarme por la Bolsa 

¿Y pensó que sería milmillonario? 
No, ni tan siquiera llegué a pensar que tendría mi propio negocio. Con 15 años fui becario de una firma de trading, donde aprendí sobre el mercado de Estados Unidos. Con 18 años, me contrataron en un banco en Moscú para ayudarles a tener acceso a mercados norteamericanos, pero la firma empezó a tener problemas, perdieron mucho dinero en el mercado ruso con el trading de bonos rusos durante la crisis financiera y nos despidieron a todos. Como no sabía si encontraría trabajo, creé mi propio negocio en 2008, con 23 años. Una decisión loca, pero me funcionó. 

Vuestro principal mercado es aún Kazajistán, sobre todo después de cerrar sus negocios en Rusia. ¿Cómo ve el mercado europeo y especialmente el español? 
Estamos haciendo promoción en toda Europa porque todavía tenemos un mercado reducido. Por eso hemos creado un equipo muy fuerte en Chipre que nos ayudará a hacer el onboarding europeo. Por ahora, el 60% de nuestro mercado está en Kazajistán y el 1% está en Europa, que pueden ser unos 200.000 usuarios. En Kazajistán, el crecimiento es mucho más rápido. Nosotros trabajamos con clientes de Kazajistán que sobre todo están interesados en invertir en Estados Unidos y la mayoría de europeos prefieren invertir en Europa. Aunque también lo posibilitamos, nuestro foco es Estados Unidos y por eso nos cuesta más crecer aquí. 

Cuando empezó la guerra en Ucrania, el gobierno ucraniano cerró sus negocios allí, ¿verdad? 
Sí, y así seguimos. Las sanciones del gobierno ucraniano son muy extrañas, porque aún damos servicio a miles de ucranianos desde Freedom Europe y Europa no nos ha incluido en sus sanciones. Hacemos dinero con ello y no hay ningún problema, el negocio sigue creciendo. Sin embargo, el Gobierno bloquea todos los fondos locales que ayudan a los ucranianos a invertir en empresas y fondos ucranianos, incluso en bonos del estado. Francamente, nunca hemos hecho gran negocio con ello, era una forma de desarrollar el negocio, y acaban perjudicando a su economía más que a nosotros mismos. 

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Timur Turlov, durante la entrevista en Limassol, Chipre. Fotografía: Freedom Finance

Sigue en la lista pese a haber renunciado a la ciudadanía rusa. 
Sí, lo hice pero nada sucedió. Lo hice antes incluso de que me pusieran las sanciones. Hemos intentado hablar con el gobierno ucraniano, tal vez no sea el momento para ellos para algo así, pero no parecen interesados. 

No está, en cambio, en la lista de sancionados europea. 
No. Ni en la europea ni en la de Estados Unidos, tan solo en la ucraniana. 

¿Y qué opina de las sanciones? Veo que en Chipre han perjudicado al mundo financiero. 
Es complejo, vemos que en Chipre hay más gente sufriendo por esas sanciones, que afectan a la economía europea. Rusia también, claro, pero ¿sirven a alguien? Desafortunadamente, es el coste de la guerra, pero no puedo celebrar estas sanciones, que son un arma que tienen los líderes políticos. La Comisión Europea está trabajando de manera muy rigurosa para aplicar estas sanciones sin que dañen a Europa y creo que es una forma inteligente de hacerlo. Respeto las sanciones, pero a veces pueden dañar más a Europa que a Rusia. 

Respeto las sanciones, pero a veces perjudican más a Europa que a Rusia

¿Usted condena firmemente la invasión de Putin?
Dije en su momento que la guerra era un error tremendo, pero mi país, Kazajistán, tiene muchos lazos económicos con Rusia. Importamos más del 40% de la comida de allí y mi posición tiene que ser en la línea de mi presidente, que se ha mantenido cierta neytralidad. No apoyo la guerra en ningún caso, pero tampoco soy un político. Soy un empresario y debo delegar mi visión política a mi gobierno, que está buscando el equilibrio. Es un equilibrio complejo, porque también tenemos unos grandes lazos con China. 

Recientemente, la firma de investigación de inversiones en corto (que intenta influir con sus investigaciones en el precio de las acciones), le acusó de ayudar a evadir sanciones a magnates rusos sancionados y también por tener una empresa en Belice. ¿Cómo lo explica? 
Parece que todos los reguladores acudieron a nosotros en verano, porque las acusaciones públicas exigen esas comprobaciones, por poco creíbles que sean. Según nuestros abogados de Morgan Lewis, tenemos una posición muy sólida. Nunca hemos trabajado con clientes que violen los regímenes de sanciones. Y las informaciones claramente mal intencionadas no tuvieron éxito. Nuestro negocio no se ha visto afectado. 

He leído que tiene usted una estatua de Trump y una de Elon Musk en su oficina. ¿Es usted un fan? 
No, simplemente pensé que sería divertido para nuestros usuarios tener unas figuras que representen un poco a los Estados Unidos. Los respeto, no tengo nada en contra de ellos, no creo que Trump haya sido el peor presidente de los Estados Unidos, ya está. Francamente, para muchos ha sido un gran presidente, su habilidad para cambiar el rol de empresario a político manteniendo la estabilidad es meritoria. 

Le gustaría hacerlo en su país? 
No, no. 

¿Qué consejo le daría a una persona que quiera invertir? 
El principal es no ser codicioso y tomarse su tiempo para investigar y entender en qué va a invertir. Las personas más pacientes tienen mejor horizonte. Sin duda, mejor invertir a largo plazo que a corto plazo, tienes muchas más probabilidades de ganar. Y por último no invertir demasiado. Quien está invirtiendo constantemente suele perder dinero. 

Quien invierte en Bolsa constantemente, suele perder dinero

Desde fuera, la imagen que se tiene de los inversores de Bolsa está hoy ligada a el lobo de Wall Street, la adrenalina, como si fuera un poco una ludopatía…
Es cierto, por eso hay que aproximarse a la inversión evitando esta forma. Se trata de poner decisiones inteligentes en un periodo largo de tiempo, no invertir un día, no invertir cada semana, tomarse semanas, incluso meses de investigación, para decidir la inversión y mantenerla durante años. Es la única forma de hacer dinero y de evitar esos problemas con la adrenalina, prometiéndote no tocar esa inversión en mucho tiempo. Puede ser más aburrido, pero es más eficaz. 

¿Qué opinión tiene de las criptomonedas? 
Están sobrevaloradas. Como tecnología, como concepto, están bien, pero falta mucha regulación para que pueda convertirse en una gran industria y aportar valor a las personas. Pero se ha sobreestimado su valor, que sobre todo es por ahora tecnológico y no financiero. Si fuera banquero, sin duda optaría por regularlo y poner reglas porque puede beneficiar a la economía. 

Existe un debate económico sobre la posibilidad de que las grandes fortunas paguen impuestos globales para paliar el cambio climático o los trabajos que la Inteligencia Artificial pueda destruir. ¿Qué opina de esa línea de pensamiento? 
Toda gran fortuna es difícil de gestionar. Por ejemplo, aunque yo sea milmillonario, no tengo ‘cash’, no tengo efectivo. Puedo tener a veces algunos cientos de mies de dólares, pero non más, lo tengo todo en bienes que no significa que tenga efectivo. Y si empiezas a reducir esos bienes para pagar impuestos, esto creará un montón de problemas. Es casi imposible poner aún más impuestos, la Unión Europea ya hace los mayores equilibrios para ello. Eso daña a la economía, porque siempre te puedes mudar a Dubai, o a Chipre, para tener un sistema fiscal más simple. Los ricos no consumimos muchísimo más que la gente normal. Pero hacemos muchas inversiones y cuando empiezas a imponer muchos impuestos, cortas estas inversiones. Yo no necesito tanto dinero, no lo necesito ni para mis hijos,  pero con menos negocios hay menos recursos para la economía. 

Aunque sea milmillonario, no tengo efectivo, tal vez algunos cientos de miles de euros. Los milmillonarios no consumimos muchísimo más que la gente normal, lo invertimos. 

¿Se plantea no dejar herencia a sus hijos? ¿Cuántos tiene?
Tengo 6. Es algo en lo que a veces pienso. Una gran fortuna puede ser más un daño que un beneficio para mis hijos, creo que incluso un millón de euros ya les podría perjudicar, miles de millones seguro que no les dejaré. Pero necesito estar más maduro para pensarlo.