La guerra por la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell ha entrado en una nueva fase de confrontación dialéctica. Este lunes, tras el anuncio de BBVA de una mejora en los términos de su oferta, el máximo ejecutivo del Sabadell, César González-Bueno, ha salido al paso para desgranar los motivos por los que, a su juicio, la operación sigue siendo "mala y peor incluso que la original" que se planteó hace cuatro años, a pesar del reajuste de precios.

En una entrevista en Onda Cero, González-Bueno ha desmenuzado la mejora anunciada por su homólogo, Carlos Torres. BBVA elimina el componente en efectivo de su oferta, que suponía un pago de 0,70 euros por cada 5,5483 acciones de Sabadell, para evitar el impacto fiscal negativo para los accionistas que acudieran a la opa. La nueva fórmula es un canje puro en acciones: una acción del BBVA por cada 4,8376 títulos del Sabadell.

Sin embargo, el CEO de Sabadell ha restado todo mérito al último movimiento de la entidad presidida por Torres. "El nuevo precio tampoco es mucho. Normalmente, las primas en estas operaciones suelen ser del 30% y 1,6% es poco", argumenta  César González-Bueno, refiriéndose a la prima calculada en el momento del anuncio. No obstante, la volatilidad del mercado hizo que, en la cotización de este lunes, con el Sabadell cayendo un 3,2% y el BBVA un 1,7%, la prima se situara en un exiguo 3,29%, una cifra que la entidad catalana considera irrisoria.

Más allá de la prima, González-Bueno esgrime el argumento que el Sabadell considera más potente: la progresiva dilución de la participación que tendrían sus accionistas en el banco resultante de la fusión. Según sus explicaciones, la participación de los accionistas del Sabadell en la entidad combinada habría sido del 16,1% en la propuesta amistosa que BBVA hizo en el otoño de 2020. Con la oferta con la que se lanzó formalmente la opa hostil a principios de mayo de 2024, esa participación se habría reducido al 13,6%. Y, de aceptarse la oferta mejorada de este lunes, la participación se quedaría en el 15,3%.

Esta aparente mejora del 13,6% al 15,3% con la nueva oferta sigue siendo, en realidad, inferior a la oferta original del 2020 (16,1%). González-Bueno atribuye este cambio no a la generosidad de BBVA, sino a la política de recompra de acciones que ha llevado a cabo el Sabadell en los últimos tiempos. "Esto se debe a las recompras de acciones que ha realizado Sabadell desde que se anunciara la OPA, que, al reducir el número de acciones disponibles, ha aumentado la participación de todos los accionistas", detalla. En otras palabras, es la gestión de Sabadell la que ha creado valor para su accionariado, no la mejora de la oferta de BBVA.

El mensaje final de González-Bueno ha sido una clara reivindicación de la solidez de Sabadell como entidad independiente. El directivo recuerda la espectacular revalorización bursátil que ha experimentado el banco desde que el BBVA mostró interés por primera vez. "Desde la primera aproximación del BBVA al Sabadell, cuando se intentó una fusión amistosa en el otoño de 2020, el banco catalán se ha revalorizado un 1.000%", subraya.

Además, desde el propio anuncio de la opa hostil a principios de mayo, las acciones de Sabadell se han disparado aproximadamente un 80%, un dato que utiliza la entidad para demostrar el valor que el mercado reconoce en su plan estratégico en solitario y para cuestionar la necesidad de una operación. Con esta contundente respuesta, Sabadell deja claro que no se va a plegar a la estrategia de BBVA sin una lucha. La batalla, que se libra en los mercados y en los medios de comunicación, se traslada ahora al ámbito de la persuasión a los accionistas, quienes tendrán la última palabra en una de las operaciones financieras más relevantes de la banca europea en los últimos años.