El grupo financiero GVC Gaesco ha optado por la continuidad y la experiencia interna en un movimiento clave para su gobernanza. Así lo ha hecho patente este lunes con el nombramiento de Jaume Puig como nuevo director general de la entidad, un ejecutivo que encarna la memoria institucional de la compañía tras casi treinta años vinculado a ella. La decisión, formalizada mediante un comunicado oficial, sitúa al frente de la operativa diaria a un profesional con un perfil técnico y un conocimiento exhaustivo de la organización.

La trayectoria de Puig es, en sí misma, un reflejo de la historia reciente de GVC Gaesco. Licenciado en Ciencias Económicas y Ciencias Actuariales por la Universitat de Barcelona, el nuevo director general completó su formación con la certificación de Analista Financiero Europeo, una acreditación que avala su dominio de los mercados y los productos de inversión.

Estos fundamentos teóricos, poco habituales en un solo currículum, le han permitido a lo largo de su carrera abordar las decisiones estratégicas con un doble enfoque: el del economista, que entiende las grandes tendencias, y el del actuario, que cuantifica y gestiona los riesgos con precisión matemática.

Su vinculación con la empresa se remonta al año 1995, cuando se incorporó a lo que entonces era un proyecto en crecimiento. Desde entonces, su ascensión ha sido paralela a la expansión y diversificación del grupo. Antes de asumir las riendas máximas de la operativa, Puig Ribera ya ostentaba las responsabilidades críticas de consejero delegado y director de Tecnología (CIO) de GVC Gaesco Gestión, la sociedad gestora del grupo. En esta posición, no solo supervisó las estrategias de inversión sino que también dirigió la transformación digital de la entidad, un activo de valor incalculable en el actual ecosistema financiero.

Más allá de las responsabilidades internas, el nuevo director general mantiene un compromiso activo con el tejido financiero y académico. Ocupa el cargo de vicepresidente de Inverco Catalunya, la patronal de los fondos de inversión, desde donde participa en la defensa de los intereses del sector y en el diálogo con los reguladores. Esta posición le ofrece una visión panorámica del mercado y una red de contactos esencial para la toma de decisiones. Simultáneamente, es miembro activo del Instituto de Analistas Financieros y de los colegios profesionales de economistas y actuarios, lo que subraya su creencia en el valor de la colaboración y la formación continua.

Una faceta menos conocida, pero igualmente relevante, es su vocación docente. A lo largo de su trayectoria, Jaume Puig Ribera ha compartido su conocimiento y experiencia en algunas de las instituciones académicas más prestigiosas del país, como el IESE, ESADE, Barcelona Graduate School of Economics (GSE), el IEF o la Universitat de Lleida. Esta dedicación a la docencia no solo le ha permitido apoyar la formación de las futuras generaciones de financieros, sino que también le ha obligado a mantenerse en constante actualización, sintetizando las complejidades del mundo real en enseñanzas aplicables.

En definitiva, el nombramiento de Puig Ribera no es solo un cambio en el organigrama. Es la confirmación de una apuesta por la estabilidad, el conocimiento profundo del negocio y un liderazgo basado en la solvencia técnica. En un contexto económico marcado por la incertidumbre y la rápida evolución tecnológica, el grupo GVC Gaesco ha decidido poner su futuro en manos de un hombre de la casa que combina, como pocos, la autoridad de un veterano con la visión moderna de un impulsor de la innovación.