El Sabadell ha solicitado en el Tribunal Supremo su personación en la demanda que el BBVA interpuso contra el Gobierno el pasado mes de julio por vetar la fusión entre las dos entidades durante un periodo de entre tres y cinco años, si sale la opa adelante. Con esta personación, la entidad catalana espera tener acceso a toda la información que va surgiendo durante la instrucción y conocer de primera mano si el BBVA puede lograr acelerar la fusión.
La noticia, adelantada por El Mundo y confirmada por ON ECONOMÍA, se conoce el mismo día en que el BBVA ha decidido mejorar la oferta por el Sabadell en un 10% después de 16 meses de opa, de decir que no iba a hacerlo, y en la tercera semana del periodo de aceptación. En los últimos días, el banco catalán había asegurado que con la oferta que había encima de la mesa, el BBVA apenas alcanzaría un 30% de aceptación. Lo que le obligaría muy seguramente a mejorar el precio o lanzar una segunda opa más adelante.
Ahora, el BBVA juega con algo más de ventaja porque la prima ha pasado de ser negativa (-7% al cierre del viernes) a ser positiva (+3% este lunes). El banco trata de lograr el éxito de la opa durante el periodo de aceptación y trabaja también en lo que pasará después de este periodo si consigue hacerse con el Sabadell. El Consejo de Ministros determinó el 24 de junio que el BBVA y el Sabadell deberían tener autonomía de gestión durante un periodo de entre 3 y 5 años. Es decir, que los bancos no podrían fusionarse en ese tiempo aunque la opa salga.
El BBVA decidió recurrir ante el Tribunal Supremo esta decisión y el pasado 15 de julio presentó un recurso. El banco defendió desde del principio que la ley de Competencia solo contempla la posibilidad de que el gobierno central "mantenga o suavice las condiciones" que impone la CNMC. Sin embargo, Moncloa las endureció y esto les daba carta blanca para acudir a la vía judicial.
El banco tenía dos meses para recurrir, y como la decisión se dio a conocer el pasado 24 de junio tras el Consejo de Ministros, podía hacerlo hasta septiembre porque agosto es inhábil. Sin embargo, el BBVA no agotó el plazo y ejecutó esta acción casi de inmediato. Casualmente, dos días después la Comisión Europea abrió también un procedimiento de infracción a España por extralimitarse en sus funciones con esta operación y entorpecer la compra del banco catalán por parte del vasco.
Exactamente, Bruselas comunicó el día 17 de julio que había abierto un procedimiento de infracción por las condiciones que el Gobierno español había puesto a la opa del BBVA sobre el Sabadell. Con todo, el banco que preside Carlos Torres y dirige Onur Genç, espera poder acelerar los tiempos y no tener que esperar un mínimo de tres años para fusionarse con el Sabadell si logra cerrar la opa con éxito.
El veto a la fusión ha cambiado todos los números de la operación. Y es que, el BBVA esperaba sinergias de costes de 850 millones de euros en los primeros tres años tras la integración, repartidas principalmente en ahorros por tecnología, administración y personal. Ahora estima que esos ahorros puedan ser de 900 millones, aunque los conseguiría mucho más tarde.