Después de aprobar la venta del TSB al Santander por hasta 3.360 millones en una primera junta extraordinaria, los accionistas han dado también apoyo al histórico dividendo de 2.500 millones, el más elevado de la historia de la entidad, vinculado a la venta en una segunda convocatoria a la Feria de Sabadell. Se repartirán 50 céntimos brutos por acción a cada accionista. Ha participado el 69,5% del capital del banco.

Con estas dos medidas, independientes de la opa del BBVA en el Sabadell, el banco catalán refuerza su rentabilidad en solitario y deja sobre el tejado del banco español con sede en Bilbao la decisión de si mantener su oferta, aumentarla o retirarse de la opa.

Los accionistas han mostrado su apoyo en ambas sesiones a la gestión del presidente, Josep Oliu, y al consejero delegado, César González-Bueno, con muestras de rechazo a la opa y aplausos unánimes a sus intervenciones. El primero ha aprovechado las preguntas sobre la opa para advertir que a la hora de decidir si se venden o no las acciones, hay que valorar no solo las "oportunidades", sino también "los riesgos". Y el BBVA, de mayor tamaño y que depende de más mercados más allá del español, está sujeto a más turbulencias según su punto de vista.

Al mismo tiempo, ha asegurado que la operación supone una "trituradora fiscal", tal como se puede comprobar en la "calculadora fiscal" de la opa que el Sabadell tiene disponible a su web. El mismo Oliu ha cerrado su intervención deseando a los accionistas "un buen verano" y "que reflexionen bien el día que tengan que decidir si quieren seguir con el proyecto del Banco Sabadell como banco de referencia...o no".

Justamente un accionista ha preguntado hasta qué punto las emociones y el arraigo tienen que tener peso en la decisión sobre si aceptar o no la opa y González-Bueno ha respondido que se trata de una decisión "muy personal". "Nosotros en el consejo cuando llegue la oferta tendremos que emitir si es buena económicamente", ha añadido.

Al BBVA le ha pedido más "claridad" sobre las condiciones de la opa y las sinergias entre los bancos durante los primeros tres años, los que el Gobierno ha marcado que tienen que pasar sin fusión de marcas ni despidos vinculados a la operación.

En un contexto general de piña ante la opa y clamor a favor de la venta de TSB y de los dividendos, la nota disonante la han puesto los portavoces sindicales de UGT y la Intersindical. La representante de UGT, Cristina Marín, ha recordado que las organizaciones sindicales dieron apoyo en el Sabadell en contra de la opa y solo han recibido "algunas palmaditas en la espalda". Con respecto a los sueldos, "siempre van a mínimos de convenio", ha dicho y ha preguntado "porque no negocian con los sindicatos y porque las subidas salariales se han comido los complementos salariales". Desde La Intersindical, Vicenç Garcia ha asegurado que "las condiciones laborales empeoran cada año".

Oliu ha reconocido la tarea de los sindicatos en la defensa del Sabadell y ha respondido que la relación es "muy fluida". I González-Bueno los ha contradicho todo asegurando que las subidas reales de sueldo han sido del 5,2%, por encima de un convenio que marcaba el 4% y que solo el 33% de la plantilla, "y no la mitad", están en el sueldo mínimo de convenio. "Ha habido una escucha mutua que nos ha permitido mejorar", ha añadido.