La supresión temporal de los servicios Avlo, el operador low cost de Renfe, en la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona ha encarecido un 40% la oferta del resto de compañías que operan esta línea ferroviaria, según los datos que maneja la plataforma Trainline. Este incremento se traduce en una tarifa media de unos 80 euros para un trayecto en alta velocidad entre las dos ciudades.
La desaparición de los servicios de Avlo han reducido la oferta para los usuarios, una oportunidad para Renfe, Ouigo e Iryo de incrementar los precios, en una comparativa de las tarifas medias entre septiembre de 2024 y septiembre de 2025 realizada por Trainline. En este sentido, el responsable de Trainline para Europa, Pedro García, ha puesto de relieve con estos datos "la importancia de la competencia en el sector ferroviario para alcanzar unos precios asequibles para los viajeros". "Retirar una opción low cost y eliminar la competencia tiene un efecto contagio en el resto de operadores, apresados por el objetivo de alcanzar la rentabilidad en estas líneas de servicio", ha concretado García, durante la presentación del último estudio realizado por la plataforma británica. Sin embargo, Garcia confía en que "los operadores encontrarán maneras" para recuperar los importes anteriores.
Respecto al precio, se ha referido a los últimos datos facilitados por Competencia, en qué se determina que en el segundo trimestre de 2025, en alta velocidad, el precio medio del trayecto Madrid-Barcelona fue de 63 euros, el del Madrid-Sevilla, 49 euros, el del Madrid-Málaga, 47 euros, el del Madrid-Alicante, 36 euros, y el del Madrid-Valencia, 29 euros.
En el informe de Trainline se evidencia que para los viajeros españoles "el precio y la comodidad son los motivos que determinan el uso del tren para los desplazamientos frente a otros medios de transporte, como el avión o el coche". Sin embargo, los españoles siguen sin conocer las posibilidades transfronterizas que les ofrece una red con más de 151.000 kilómetros de vías, de la cual más de 4.000 kilómetros corresponden a servicios de alta velocidad. Desde 2019, en España, "se ha duplicado el número de pasajeros en alta velocidad gracias a la liberalización del sector que se ha traducido en rebaja de los precios y mejores servicios", según García. "Únicamente el 47% de los viajeros conoce que hay rutas que conectan España con otros países", ha remarcado al referirse a una red que conecta, por ejemplo, Barcelona con Marsella, Lyon o Perpinyà. Una situación que no se produce en el resto de Europa, dónde si se es consciente de las opciones de conexión de la red ferroviaria. A su vez, García ha reconocido que "los problemas de Renfe para entrar en el mercado ferroviario francés son un obstáculo para potenciar este tipo de rutas".
En el caso de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, el responsable de Trainline ha destacado que ha mantenido un crecimiento sostenido en el número de usuarios que, se prevé, alcance a los 10 millones de viajeros a finales de 2025. Ha insistido, también, en la necesidad de que se conozca que España entra en una segunda fase de liberalización y que la oferta de alta velocidad crecerá con los corredores Madrid-Galicia, Madrid-Asturias/Cantabria y Madrid-Cádiz/Huelva.
Barcelona, puerta de entrada al sur de Europa
En este contexto, Barcelona se ha consolidado como una de las principales puertas de entrada al sur de Europa y un nodo estratégico de esta apertura. Los datos internos de Trainline muestran un fuerte crecimiento de la demanda desde y
hacia la Ciudad Condal en los últimos meses. Entre los destinos más destacados desde Barcelona se encuentran Lyon (+118%), Sevilla (+113%) y Valencia (+90%). En cuanto a conexiones transfronterizas, París (+38%) y Narbona (+6%) se suman a Lyon como principales polos de crecimiento.
El flujo hacia Barcelona también se intensificó en los últimos meses. Entre las ciudades de origen que más crecieron destacan Sevilla (+164%) y Valencia (+81%). En cuanto a conexiones internacionales, los mayores incrementos se registraron desde Lyon (+49%), París (+32%) y Narbona (+21%). Todo ello confirma la relevancia de Catalunya como punto de conexión clave entre la Península Ibérica y el resto de Europa, según los responsables de Trainline.