Cambios organizativos. La patronal de la pequeña y mediana empresa catalana Pimec ha nombrado un presidente para la ciudad de Barcelona, Àlex Goñi, que hasta ahora ha estado al frente de Pimec Comerç. Goñi será relevado por el farmacéutico Antoni Torres como presidente de esta sectorial de los comerciantes.

Antoni Cañete, presidente de Pimec, ha justificado estos cambios en el organigrama patronal por la importancia que darán a Barcelona sin olvidar su representación patronal en Catalunya, en el Estado y en Europa.

La presidencia de Pimec en Barcelona es un cargo de nueva creación. Se ha puesto en marcha después del cambio de gobierno al Ayuntamiento de Barcelona para impulsar la actividad de la pequeña y mediana empresa en la ciudad.  Cañete indicó que era una "anomalía" que no existiera esa figura de presidente de la patronal en Barcelona.

Goñi conjugará las funciones de vicepresidente de Pimec con ser “la cara” de la patronal de las pymes en Barcelona. Hasta ahora ha estado al frente de la principal organización de Pimec, que es la de los comerciantes. Goñi subrayó que es “un hombre de diálogo y no de monólogo”.

Por su parte, Antoni Torres, farmacéutico desde hace 40 años, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Catalunya (FEFAC), sustituirá a Goñi en la presidencia de Pimec Comerç. En su intervención, Torres indicó que el objetivo de su presidencia será que "los comercios de proximidad sean entendidos como un servicio a la sociedad, de bienestar y salud para las personas". Quizás por su faceta profesional, subrayó que “defender el comercio es defender la salud de todos”.

Situación política

Cañete afirmó que "necesitamos lo antes posible un gobierno y que sea lo más estable posible, que genere confianza". A preguntas de los informadores, el presidente de la patronal de las pymes catalanas también se refirió a la amnistía, al indicar que "esperamos que los problemas políticos se resuelvan en los ámbitos políticos", pero fue crítico con la reducción de la semana laboral que plantea el pacto de gobierno entre el PSOE y Sumar.

"Manifestamos claramente que la reducción de horas hará que muchas empresas entren en una situación de inviabilidad", indicó. Y puso como ejemplo a las empresas del sector de la limpieza, que trabajan con márgenes muy pequeños y en los que el 90% del gasto son costes laborales. "Si pasan de 40 horas a 37,5 con el mismo salario, no serán viables".

Sobre las cuestiones laborales, Cañete insistió en que debían tratarse en el ámbito del diálogo social y, en este sentido, reclamó la presencia de la pequeña empresa en las mesas de negociación estatales, papel que en la actualidad la CEOE mantiene en exclusiva por parte de la patronal. "Denunciamos que las Pymes no tengan voz propia en el diálogo social", reiteró.

El secretario general, Josep Ginesta, lamentó que el pacto entre PSOE y Sumar respecto a la reducción de la semana laboral no tenga en cuenta "la competitividad y la viabilidad de las empresas".