El gobierno de Pedro Sánchez ya ha puesto fin a la consulta pública sobre la opa del BBVA-Sabadell. La misma se ha desarrollado entre el 6 y el 16 de mayo. Se desconoce cuántas personas e instituciones han participado, aunque el ministerio de Economía podría hacerlo público en los próximos días. Además, algunos de los participantes también lo han ido comunicando, entre ellos, sindicatos, asociaciones de consumidores o patronales empresariales. Unos a favor y otros en contra.

El banco que preside Carlos Torres no se ha pronunciado en esta consulta, revean fuentes de la entidad. El BBVA considera que ya ha aportado toda la información suficiente y ha participado activamente durante los once meses que la CNMC ha estudiado la fusión, de quien después recibió luz verde el 30 de abril para llevar a cabo la operación. Además, destaca que no hay razones de interés general que pueda acreditar el gobierno para frenar la opa, pues los compromisos que han adquirido no solo servirán para evitar riesgos de competencia, también de exclusión financiera y cohesión territorial.

En cualquier caso, el ministro económico, Carlos Cuerpo, analizará toda la información recibida durante los próximos días, para aclarar antes del martes 27 de mayo si eleva o no al Consejo de Ministros esta operación. Si este fuera el caso, el plazo se alargaría otros 30 días más y podrían sumarse condiciones a las ya establecidas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) siempre que sean de interés general.

El gobierno cambió condiciones en la fusión de Antena 3 y La Sexta

Aunque en la opa al Sabadell es todo bastante novedoso por su carácter hostil, no lo es que el gobierno español interceda en las fusiones con otras condiciones distintas a las ya impuestas por la CNMC. De hecho, ya ha habido ocasiones en las que esto ha ocurrido y el propio presidente del BBVA, Carlos Torres, ha eludido a una de ellas en alguna ocasión.

En concreto, a la fusión de Antena 3 y La Sexta. Y es que, en esa operación, el gobierno (entonces presidido por Mariano Rajoy del PP), cambió las condiciones que había impuesto a las compañías la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) aunque en este caso la intervención gubernamental les benefició. Pues los remedies fueron más favorables para que la operación se pudiera completar.

Competencia había impuesto a las cadenas de televisión unas condiciones que consideraron “inasumibles y perjudiciales”, porque eran más duras que las sufridas por sus competidores en fusiones anteriores, como Telecinco y Cuatro. Pero el Ejecutivo dio después luz verde a la fusión, aceptando algunas de estas condiciones impuestas por la CNC y modificando otras, principalmente las que afectaban a la gestión de la publicidad que podrían hacer las cadenas fusionadas.

Pero hay otro ejemplo más reciente, de hace apenas un año, la fusión de Orange y MásMóvil. Y es que, el gobierno español aprobó la operación con la condición de que se cumplieran ciertos compromisos que no había impuesto Competencia, principalmente de inversión y mantenimiento del empleo. 

¿Qué puede hacer el Gobierno con BBVA-Sabadell?

En la opa del BBVA sobre el Sabadell, el gobierno español podrá aprobar la operación con las condiciones impuestas por la CNMC o añadir nuevas si Economía decide elevar la operación al Consejo de Ministros. Sin embargo, la ley deja claro que si se añaden nuevos remedies deberán estar debidamente motivados en razones de interés general distintas de la defensa de la competencia, pues de eso ya se ha encargado el organismo que preside Cani Fernández.

La normativa establece que se entenderán como razones de interés general los supuestos en los que el Gobierno argumente que vela por la defensa y la seguridad nacional; la protección de la seguridad o salud públicas; la libre circulación de bienes y servicios dentro del territorio nacional; la protección del medio ambiente; la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológicos, o la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de la regulación sectorial.

Y ninguno de estos supuestos, en principio, podrían destacarse en la operación de adquisición del Sabadell por parte del BBVA. Por eso hay tanta incertidumbre sobre los próximos pasos que dará el gobierno central, que desde un principio dejó claro que no le gusta la opa por ser hostil y porque la banca ya está muy concentrada en España. Los tres grandes bancos tendrían el 70% del mercado si finalmente hay fusión.