Desde 1994 y hasta 2001, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre – Real Casa de la Moneda acuñó anualmente monedas en plata de 2.000 pesetas no circulantes, para conmemorar diversos acontecimientos contemporáneos o históricos relacionados con España. Con la llegada del euro se cambió el valor de estas monedas de plata, pasando de ser de 2.000 pesetas a 12 euros. El 28 de febrero de 2002, el euro se convirtió en la única moneda de curso legal en España, marcando la retirada definitiva de las pesetas como medio de pago, pero las monedas de plata emitidas se han convertido en objetos de coleccionismo y no únicamente para los amantes de la numismática.

De las antiguas monedas se emitieron cerca de 27 millones de unidades, ya que de cada emisión se distribuían entre dos y 3 millones de unidades. Los coleccionistas y numismáticos consideran que muchas de ellas se encuentran extraviadas en los cajones de algunas viviendas porque durante los primeros años, especialmente, las monedas las distribuían los bancos y las cajas de ahorros entre sus clientes como un medio más para invertir los ahorros. Por ello, es aconsejable revisar los cajones de las cómodas más antiguas y, tal vez, puedes encontrar alguna.

También es importante conocer si están dentro de una bolsita de plástico o si están en una caja o estuche. Este detalle, que puede pasar desapercibido, no es baladí. Las que están en las bolsitas cotizan menos entre los coleccionistas. De todas formas, su valor suele oscilar entre los 14 euros y los 20 euros, y va parejo a la cotización de la plata, en función de su peso. Estas monedas se fundieron con plata de ley 925 y 18 gramos de peso. Por tanto, la moneda tiene 16,65 gramos de plata. El diámetro es de 35 mm y el grosor de 2 mm.

Para tenerlo más claro, algunos ejemplos que se pueden localizar en casa. Siempre, en el anverso, figura la imagen del entonces rey de España, Juan Carlos I. Aunque en alguna emisión de las más contemporáneas, la imagen es de Juan Carlos I y la reina Sofía.

Del Fondo Monetario al fin de la peseta

En 1994, la moneda se dedicó a la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que se celebró en Madrid. En 1995 se dedicó a la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea (UE), con el Palacio Real de Madrid en su reverso. Un año después, se conmemoró el 250 aniversario del nacimiento de Goya, con la imagen de La maja vestida.

En 1997, el homenaje fue a otro ilustre español, en este caso, de la literatura: el 450 aniversario del nacimiento de Miguel de Cervantes. Como era lógico, fueron don Quijote y Sancho Panza los protagonistas.

En 1998, el hecho relevante fue el 400 aniversario de la muerte de Felipe II (y la imagen, la del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial). Al año siguiente, que fue Año Santo Xacobeo, aparece la imagen de un peregrino.

En 2000, conmemoró el 500 aniversario del nacimiento de Carlos I de España y V de Alemania (su busto aparece en la misma).

La última de la serie, y como no podía ser menos, se dedicó al fin de la peseta. En el diseño, una vuelta a los orígenes: Hispania recostada, el diseño de la primera moneda que se hizo en pesetas (5 pesetas de 1869).

En el 2002, al cambiar la emisión a euros, la clásica moneda de 2.000 pesetas que la FNMT-RCM venía realizando hasta la entrada del sistema monetario europeo, se vio reflejada en una pieza de plata, no circulante, con valor facial de 12 euros. En su anverso muestra las efigies superpuestas de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía, en su reverso, el símbolo de la Presidencia de la Unión Europea. Otras emisiones posteriores de 12 euros se dedicaron a la Constitución Española, en 2003; los príncipes Felipe y Letizia, 2004; a Isabel la Católica, también en 2004; al Quijote, en 2005; a Cristóbal Colón, en 2006; y al Tratado de Roma, en 2007.