El consejo de administración de Grifols ha dado luz verde a la creación de una Comisión de Estrategia, un nuevo órgano de relieve con la misión de dar apoyo y formular propuestas al máximo órgano de gobierno de la empresa farmacéutica sobre las líneas maestras que tienen que marcar su futuro. La decisión, tomada durante las reuniones celebradas los días 25 y 26 de septiembre, ha sido comunicada este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según consta en el aviso oficial.

Esta maniobra institucional no es un simple trámite. Se enmarca en un periodo de particular intensidad para la multinacional catalana, que se enfrenta a un entorno económico global volátil, una competencia feroz en el sector de las ciencias de la vida y el imperativo de renovar su modelo de crecimiento después de los embates de los últimos años. La comisión nace, pues, como un cerebro estratégico de primer nivel diseñado para evaluar, con rigor y perspectiva, oportunidades de inversión, posibles alianzas, movimientos corporativos y cualquier desarrollo que afecte al rumbo de la empresa.

La naturaleza de este nuevo órgano queda patente en la composición, cuidadosamente equilibrada, que ha aprobado el consejo. La presidencia recaerá en Anne-Catherine Berner, definida como consejera independiente. Su experiencia internacional y su perfil alejado de la operativa diaria de Grifols lo tienen que dotar de una visión objetiva para liderar los debates. Lo acompañarán como vocales Íñigo Sánchez-Asiaín Mardones, también independiente, y Tomás Dagá Gelabert, categorizado como otro externo.

Por otra parte, y en un movimiento que refleja la voluntad de conciliar la gobernanza corporativa más estricta con las raíces familiares de la empresa, la comisión contará con la presencia de dos representantes del núcleo dominical: Raimon Grifols Roura y Víctor Grifols Diez. Su participación asegura que la visión de largo termine y los valores fundacionales estén representados en las discusiones estratégicas más cruciales. Núria Martín Barnés actuará como secretaria, sin derecho al voto.

La decisión comporta una modificación sustancial de los mecanismos internos de gobierno. La compañía ha anunciado que modificará e incluirá artículos específicos del reglamento de funcionamiento interno de su consejo de administración con el fin de regular de forma exhaustiva las competencias y el funcionamiento de esta nueva comisión.

Este nuevo texto refundado ya se encuentra disponible en la página web corporativa de Grifols y será comunicado oficialmente a la CNMV mediante el trámite correspondiente. Además, se presentará para su inscripción en el Registro Mercantil de Barcelona y se dará cuenta en la próxima junta general de accionistas, donde los inversores podrán conocer de primera mano las implicaciones de este cambio.

La creación de una comisión de Estrategia es una práctica común en grandes corporaciones, pero en el caso de Grifols adquiere unas connotaciones especiales. Los expertos en gobernanza corporativa lo interpretan como una señal de voluntad de solidez y transparencia ante los mercados, después de un periodo marcado por las tensiones en las acciones y las deudas. Se trata, en esencia, de institucionalizar la toma de decisiones más sensibles, dotándolas de una capa adicional de análisis y legitimidad. De esta manera, Grifols no solo busca trazar el mejor camino para su evolución sino también proyectar una imagen de estabilidad, gobernanza robusta y compromiso con una gestión prudente y colegiada en la nueva etapa que se abre.