El Grupo Gallo cerró el ejercicio de 2024 con una facturación de 226,5 millones de euros, lo que supone un descenso del 3% respecto a las cifras del año anterior. Esta contracción, según ha informado la compañía, es el reflejo de un "contexto desafiador" señalado por la persistencia de los altos costes de las materias primas y una "mayor presión competitiva por parte de las marcas de fabricante". A pesar de este escenario complejo, la empresa subraya que ha aprovechado el ejercicio para "consolidar las bases de una etapa de crecimiento sostenido", con la mirada puesta en cerrar el 2025 con una estructura de costes más eficiente, un catálogo de productos más accesible y el impulso de un ambicioso plan de innovación. Los últimos tres años han sido clave para esta transformación.

El Grupo Gallo ha destinado un total de 50,5 millones de euros en un plan integral que abarca la innovación en nuevos productos, la transformación digital de sus procesos y la renovación tecnológica de sus líneas de producción. Esta apuesta estratégica, de carácter claramente inversor en un periodo complicado, busca asegurar la competitividad de la compañía a medio y largo plazo.

En este sentido, el director general de la compañía, Néstor Nava, ha explicado que este esfuerzo inversor ha permitido a la empresa "desarrollar productos que combinan calidad, valor nutricional y precios accesibles, siempre poniendo el foco en las necesidades de las familias". La compañía pone especial énfasis en este compromiso con el consumidor final, en un momento en que el envejecimiento de la población y el encarecimiento de la cesta de la compra han cambiado las pautas de consumo.

2025, el año de la recuperación de la rentabilidad

Mientras que el 2024 se caracterizó por una presión a la baja en el volumen de ventas, el Grupo Gallo señala que el 2025 se está configurando como un "año de recuperación" en términos de rentabilidad. Este cambio de tendencia se está logrando mediante una optimización rigurosa de los costes que, aseguran, no ha comprometido en ningún momento la calidad de los productos. Gracias a estas medidas, la previsión de la empresa es recuperar el nivel de resultados que tenía en 2023.

Significativamente, el ahorro generado por esta mayor eficiencia no se ha almacenado, sino que se ha reinvertido de manera circular en el mismo negocio. Estos fondos han alimentado, por un lado, nuevas reducciones de precios para aliviar la presión sobre el consumidor y, por otro, el lanzamiento de una oferta comercial más innovadora y accesible, creando un ciclo virtuoso que la compañía espera que reactive la demanda.

Un análisis detallado del comportamiento por categorías de producto permite entender mejor la estrategia y los resultados del Grupo Gallo:

  • Pasta: La categoría estrella de la compañía ha consolidado su competitividad frente a las potentísimas marcas de distribuidor (las marcas blancas de las superficies) gracias a una exitosa estrategia de reposicionamiento de precios. Esta jugada, que busca acercar los precios de los productos de marca a los de la distribuidora, pretende que los consumidores puedan ahorrar hasta 20 millones de euros en los próximos años, según las estimaciones de la empresa, una cifra que quiere evidenciar su compromiso con la accesibilidad.
  • Caldo: Es, sin duda, la categoría de mayor crecimiento dentro del grupo. Desde 2023, esta línea de negocio ha registrado un espectacular incremento del 31%. Este éxito no solo se debe a las campañas de marketing, sino también a un modelo de producción circular que la compañía explota con éxito. El modelo se basa en el aprovechamiento de subproductos de otras líneas de fabricación, minimizando el residuo y añadiendo valor y sostenibilidad al proceso, un factor cada vez más valorado por los consumidores.
  • Productos listos para comer: En la línea de la conveniencia que marca el estilo de vida actual, esta categoría ha experimentado un crecimiento constante del 4% en los últimos dos años. Estos productos, que se ajustan a la demanda de soluciones rápidas y saludables, representan un área clave para el futuro y son un claro beneficiario del plan de innovación en el que ha invertido el grupo.

En definitiva, el Grupo Gallo presenta un relato de resistencia y transformación. El año 2024 aparece como un ejercicio de transición necesario, donde la compañía ha priorizado su reestructuración interna y la apuesta por la innovación para enfrentarse a los cambios del mercado. Ahora, con las piezas recolocadas, la empresa se lanza a la conquista del 2025 con el objetivo claro de recuperar los niveles de rentabilidad y reforzar su posición en el mercado con una oferta más ágil, sostenible y cercana al consumidor.