El período de aceptación de la OPA del BBVA sobre el Banc Sabadell ha comenzado este lunes, 8 de septiembre, tras más de un año y medio desde que la entidad presidida por Carlos Torres anunciara su intención de adquirir el banco y de lanzar una oferta a sus accionistas. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha informado a primera hora de este lunes de que el plazo de aceptación de la OPA se extenderá desde hoy, 8 de septiembre, hasta el próximo 7 de octubre, ambos incluidos, después de que el pasado viernes se publicara el primero de los anuncios de la oferta.

El canje previsto, tras haberse modificado en tres ocasiones para adaptarse a los repartos de dividendos de ambas entidades bancarias, es de una acción de nueva emisión de BBVA y un pago en efectivo de 0,70 euros por cada 5,5483 acciones de Banco Sabadell. En medio del período de aceptación de la OPA, el próximo 18 de septiembre, el consejo del Banc Sabadell deberá emitir un informe sobre su postura respecto a la oferta. Se intuye cuál podría ser la respuesta, considerando las declaraciones realizadas el viernes por su presidente, Josep Oliu, al señalar que la oferta le parece "peor" que la que ya rechazó el consejo en mayo de 2024.

Una vez finalizada la operación, el 14 de octubre se publicarán los resultados de la misma, y entre el 17 y el 20 de octubre se procederá a la liquidación de la oferta. La OPA se lanza por el 100% del capital social del Sabadell y tiene una condición de aceptación mínima del 50,01%, excluyendo las acciones de la autocartera de la entidad vallesana. No obstante, aunque el banco no tiene intención de hacerlo, el folleto de la OPA incluye la posibilidad de reducir el umbral al 30%. En caso de que la OPA alcance una aceptación del 100%, y siguiendo la ecuación de canje actual, los accionistas del Banc Sabadell obtendrían una participación del 13,6% en el capital de BBVA, mientras que los actuales titulares de BBVA poseerían aproximadamente el 86,4% restante.

Este lunes, el BBVA puede finalmente lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell, después de que el consejo de administración del banco catalán rechazara la oferta de fusión amistosa a principios de mayo de 2024 y de más de un año y medio de recabar autorizaciones. La última autorización llegó el pasado viernes: la CNMV dio el 'visto bueno' a la OPA y consideró "suficiente" la información contenida en el folleto, tras las últimas modificaciones realizadas por BBVA en las semanas previas.

El banco ha tenido que adaptar su oferta a los compromisos adquiridos con la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) para garantizar el servicio a pymes y la red de oficinas, así como al bloqueo de la fusión durante al menos tres años —prorrogables otros dos— que acordó el Consejo de Ministros para autorizar la OPA. En el folleto recién publicado, el BBVA ya ha incluido sus nuevos cálculos: 900 millones de euros de sinergias, lo que supone un aumento de 50 millones respecto a los ahorros previstos en mayo de 2024, cuando anunció la OPA, pero retrasa a cuatro años, en lugar de tres, el plazo para alcanzar la totalidad de estos ahorros.

Por otro lado, en términos generales, los costes de reestructuración se han mantenido estables en 1.450 millones de euros. El BBVA no tiene previsto realizar modificaciones en el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros que Sabadell prometió a sus accionistas a principios de julio como resultado del acuerdo de venta de TSB, su filial británica, al Santander. Este pago fue aprobado por los accionistas del banco catalán a principios de agosto, y la intención es distribuirlo una vez se complete la venta, prevista para el cierre del primer trimestre de 2026.

El folleto de la OPA, publicado el pasado viernes, detalla que este dividendo extraordinario, que el BBVA recibiría como accionista del Sabadell, tendría un impacto positivo sobre la solvencia del banco. En caso de que el BBVA logre una aceptación del 100% en la OPA, estima un efecto positivo sobre su ratio de capital CET1 de 60 puntos básicos, lo que ayudaría a compensar los efectos negativos de la operación y aumentar la solvencia al 13,60% (frente al 13,00% que tenía BBVA a cierre del pasado mes de junio).

Respecto al posible uso de este dividendo, el presidente del BBVA, Carlos Torres, afirmó el viernes ante la prensa que es "prematuro" abordar esta cuestión, pero recordó que la política de remuneración del banco contempla distribuir todo exceso de capital por encima del 12% de CET1 —además de entre el 40% y el 50% de los beneficios anuales—. "En la medida en que tenemos exceso de capital y que ese pago de dividendo sería exceso de capital adicional, nuestro compromiso con el accionista es retornar los excesos de capital, aunque tendríamos que verlo en su momento y, obviamente, está sujeto a todo tipo de aprobaciones internas y externas", comentó Torres al respecto. En cuanto a la forma en que podría devolverlo, el banco contempla tanto recompras de acciones como dividendos.