Dia avanza trimestre a trimestre para volver a ser rentable, pero todavía tiene que resolver diferentes aspectos estratégicos para dar la vuelta por completo a la situación financiera de los últimos años. La cadena de supermercados sigue aumentando sus ventas, reduciendo pérdidas y amortizando deuda, mientras acelera en la renovación de su red de tiendas en todos los mercados donde opera e impulsa el modelo de franquicias como eje de su crecimiento.
En este proceso, las desinversiones son un pilar fundamental para poder volver a cifras positivas, como la reciente operación de venta de la totalidad del negocio en Portugal a Auchan (matriz de Alcampo). En el caso de España, Dia ha completado la venta de 223 tiendas y dos plataformas logísticas a Alcampo que le han permitido cerrar el primer semestre del año, reduciendo sus pérdidas en un 35,8%. No obstante, su otra gran desinversión prevista para este año, la de la cadena de perfumerías Clarel, ha terminado fracasando.
El grupo canceló a finales de julio el traspaso al fondo de capital riesgo C2 Private Capital por no cumplir con algunas condiciones suspensivas. La venta, anunciada a finales del año pasado, contemplaba 1.015 tiendas repartidas por toda España y tres centros de distribución por un total de 60 millones de euros. Martin Tolcachir, consejero delegado de la compañía, ha asegurado que buscan "activamente" una alternativa para encontrar un comprador de Clarel.
Dar salida a este negocio es una de las prioridades del grupo para llegar a la rentabilidad y, si bien Tolcachir no ha puesto fecha concreta para obtener cifras positivas en este aspecto, el grupo asegura que llegará "tan pronto como sea posible". Por su parte, la desinversión de las 489 tiendas bajo la marca Minipreço y MaisPerto y las tres plataformas logísticas que venderá a Auchan le reportará 155 millones. Sin embargo, todavía tiene que pasar los filtros de los reguladores y determinadas condiciones suspensivas que tienen de fecha límite el 31 de marzo de 2024.
Brasil lastra los resultados del grupo
El grupo justifica los traspasos como parte de su estrategia para centrarse en el core del negocio y en los mercados con verdadero potencial de crecimiento. De este modo, los ingresos de Dia solo se generarán en España, Argentina y Brasil en el futuro, puesto que ha descartado salir de ninguno de estos países próximamente. Sin embargo, el mercado brasileño es todavía uno de los más rezagados en cuanto a expansión y crecimiento, además de haber lastrado las ventas del grupo en los seis primeros meses del año.
En este sentido, la facturación de las tiendas en el país entre enero y junio sufrieron un descenso importante, según recogen las cuentas publicadas por la compañía. Las ventas netas en Brasil se han contraído un 23% en el segundo trimestre, hasta los 182,8 millones de euros, principalmente por el cambio en el mix que está implementando desde comienzos de 2023 enfocado en reducir el peso de categorías con menor margen y alejadas del concepto de proximidad que tanto lleva trabajando.
La compañía también achaca la caída por la contracción de un 2% en la red de tiendas, así como por la reducción "muy relevante" en los precios de las materias primas en el país. En este sentido, Dia ha renovado en estos meses un total de 9 tiendas hasta contar con 15 establecimientos que ya operan bajo el nuevo modelo centrado en la proximidad. Por su parte, las ventas netas en el conjunto del primer semestre descendieron un 15,9%, mientras que las ventas comparables cayeron un 8,6% en el mismo periodo.
Asimismo, el número de tickets también ha sufrido un descenso del 6,4% en los establecimientos del país sudamericano, al mismo tiempo que el margen bruto se desplomó un 5,9%. Se trata de una caída del negocio fruto de la transición hacia un modelo más rentable impulsado por un surtido y una propuesta de valor alineada con el concepto de proximidad que ha finalizado en España y Argentina.
La devaluación del peso argentino pasa factura a las ventas
Y es en Argentina donde se encuentra otro de los retos que presenta la compañía para la segunda mitad del año, que tiene que ver con el contexto económico que se vive en el país, segundo mercado más importante para el grupo. A pesar de que la inflación es un factor que puede jugar a favor de las distribuidoras y Argentina presenta unos de los niveles más elevados del planeta, el efecto devaluatorio de su moneda local, el peso argentino, ha terminado pasando factura a Dia.
En el primer semestre del año, el peso argentino se devaluó un 31% frente al dólar, siendo la cuarta divisa del mundo que más valor perdió solo por detrás de la libra libanesa (-89,93%), la naira nigeriana (-39,1%) y el kwanza angoleño (-38,84%). Con este contexto, las ventas netas del grupo en Argentina cayeron un 1,4% en el segundo trimestre del año, hasta los 360,7 millones de euros, y las ventas comparables también sufrieron un descenso del 2% en el mismo periodo.
De igual modo, estos últimos meses han lastrado las ventas comparables del primer semestre, que se han contraído un 0,8%. En el informe de resultados también se aprecia la caída de las ventas brutas bajo enseña, "doblemente penalizadas al no considerarse la inflación entre los dos periodos, pero sí el efecto devaluatorio", según explicó la compañía. Una situación que "evidencia el complejo contexto macroeconómico que atraviesa el país y que afecta al sector de la distribución en su totalidad". A pesar de todo ello, Dia asegura haber ganado cuota de mercado en Argentina, donde también ha completado cambio estratégico en su modelo de tiendas.