La banca está en su mejor momento. La rápida subida de tipos de interés les ha permitido alcanzar unos ingresos y beneficios récord, pero el sector avisa de que la economía se está debilitando y la morosidad empezará a repuntar. De hecho, en algunas entidades como Bankinter, BBVA o Sabadell ha comenzado a subir este año, e incluso en las dos últimas, supera ya el 4%. El sector confía, eso sí, en detectar el riesgo a tiempo y en los casi 50.000 millones de provisiones que tienen acumulados para cubrirse de los impagos.

Los tipos de interés se sitúan en el 4,5% desde el pasado mes de septiembre, cuando el Banco Central Europeo (BCE) realizó la última subida. Aunque no es el nivel más alto que han alcanzado, la rápida subida acometida por el organismo que preside Christine Lagarde para contener la inflación (diez en doce meses) ha permitido a las entidades financieras disparar sus resultados. Pero los tipos también han encarecido los préstamos que pagan las familias y las empresas, y han empezado a enfriar la economía (en España el PIB ha crecido un 0,3% en el tercer trimestre frente al 2% del anterior), ya que este era uno de los objetivos del BCE.

Y ante esta situación la banca advierte de los riesgos a los que se debe enfrentar ahora. “Hay algún viento en contra, la actividad económica se está deteriorando y vamos a tener un cierto deterioro de la morosidad. Aunque CaixaBank ha hecho los deberes, al igual que el resto de la banca, y hay provisiones”, destacaba este martes el consejero delegado del banco catalán, Gonzalo Gortázar.

Desde Unicaja, Isidro Rubiales, aseguraba que de momento no están viendo un deterioro importante en la capacidad de pago de las familias, pero cuando esto ocurra las entidades tendrán capacidad de adelantarse porque han hecho “muchos esfuerzos con las provisiones” y además están gestionando el riesgo mucho mejor que en el pasado, agregaba.

Así, CaixaBank ha conseguido mantener a raya la tasa de mora todo el año, en el 2,7%. Y Unicaja incluso la ha reducido del 3,5% de principios de año al 3,4% actual, aunque se ha visto beneficiado por la venta de varias hipotecas morosas este ejercicio. Algo similar ha ocurrido en Santander, que ha saneado su balance vendido varias carteras de crédito y ha conseguido reducir del 3,7% al 3% su tasa de mora.

No han tenido la misma suerte los otros tres grandes bancos. Pues BBVA, que arrancó el año con una tasa de mora del 3,9%, ya ha alcanzado el 4%. El banco vasco roza los 8.000 millones en créditos dudosos, su mayor nivel en casi dos años. Y Sabadell, que cerró el pasado 2022 con una morosidad del 4,1% también ha sufrido un repunte hasta el 4,3% en el tercer trimestre, lo que la sitúa como el banco más morosidad entre los seis más grandes del sector.

A cierre del tercer trimestre, alcanzaba los 5.287 millones de saldos morosos en España, volviendo también a niveles de 2021. Estos dos bancos, de hecho, superan la media de morosidad en España que es del 3,5%; En Bankinter también ha subido la ratio de mora este año, desde el 2,3% de diciembre hasta el 2,5% actual.

En su caso, los créditos en fase 3, los calificados como dudosos, alcanzan ya los 1.830 millones de euros, su mayor nivel en seis años. Su director financiero, Jacobo Díaz, explicó recientemente que el repunte de la morosidad viene sobre todo del crédito al consumo, “lo que puede ser un indicador de lo que está por venir”.

La banca confía en mantener los resultados récord en 2024

A pesar de la morosidad, la banca española cree que podrá mantener e incluso superar en 2024 los resultados récord que están alcanzando este año a consecuencia de la subida de tipos de interés, según han declarado en las presentaciones de resultados y los últimos encuentros del sector. Algunos han dado hasta cifras.

Las hipotecas y los préstamos de sus clientes se revisan cada seis meses o un año para ajustarse al euríbor si son variables, y este  índice no para de repreciarse. En noviembre se sitúa en el entorno del 4% frente al 2,8% en el que se encontraba hace un año. Su evolución ha disparado el margen de intereses de las entidades hasta en un 60% en solo doce meses. Y el sector entiende que el año que viene todavía tendrá margen para revisar al alza las cuotas que pagan los deudores, en concreto prevén que las carteras terminarán de repreciarse a mitad de 2024.

Y por eso los ingresos, ya disparados, seguirán al alza y también los resultados. A favor de la banca también estará la demanda de crédito, que las propias entidades calculan que iniciará su recuperación en la segunda mitad de 2024, sobre todo de hipotecas, que en determinadas entidades está cayendo este ejercicio hasta un 40%.