El grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, ha anunciado hoy uno de los contratos más importantes de los últimos tiempos: la construcción de un centro de datos de inteligencia artificial de última generación para las compañías OpenAI, Oracle y Vantage. Este megaproyecto, que supondrá una inversión de 13.000 millones de euros y se edificará en el estado norteamericano de Wisconsin, representa la pieza angular del programa Stargate, una iniciativa estratégica que pretende desplegar una red de infraestructuras de IA con una inversión global que se acerca a los 429.000 millones de euros durante los próximos cuatro años.
La presentación de este contrato faraónico, realizada durante la exposición de los resultados financieros del tercer trimestre, pone de manifiesto la apuesta decidida de ACS por situarse en la primera línea de la construcción de instalaciones tecnológicas de alta complejidad.
La compañía ha especificado que llevará a cabo esta obra en colaboración con diversos socios, aunque de momento ha preferido no revelar la identidad del resto de empresas participantes en este consorcio. El programa Stargate trasciende la naturaleza de un mero contrato de construcción para convertirse en un esfuerzo colectivo orientado a edificar la próxima generación de capacidad computacional.
Estos centros de datos están diseñados específicamente para satisfacer la demanda exponencial de poder de cálculo que requieren los modelos de IA más avanzados, como el GPT-4 de OpenAI y sus futuras iteraciones. La elección de Wisconsin como ubicación responde a la necesidad crítica de acceder a fuentes de energía estable y con precios competitivos, dado el consumo eléctrico intensivo que caracteriza a estas instalaciones.
Más allá del proyecto estrella en Wisconsin, ACS ha revelado una notable expansión de su presencia global en el sector de los centros de datos. Destacan adjudicaciones como un centro de datos para el proveedor norteamericano de computación en la nube CoreWeave en Pensilvania, con una capacidad inicial de cien megavatios y posibilidad de ampliación hasta los trescientos megavatios. Esta instalación, al igual que el Stargate, ha sido concebida desde los cimientos para las cargas de trabajo de IA más exigentes.
La compañía amplía también su radio de actuación al Sudeste Asiático con la construcción de un centro de datos de alta densidad de sesenta y cuatro megavatios en Malasia, destinado a una corporación tecnológica multinacional no identificada. Este proyecto incorporará sistemas de refrigeración líquida, tecnología esencial para gestionar el calor generado por los servidores de última generación. Paralelamente, la empresa ha obtenido diversas adjudicaciones en el sector de los semiconductores, entre las que figura la ampliación de una instalación de ensayo y montaje para máquinas de litografía de chips.
En una clara muestra de diversificación dentro del sector de las infraestructuras críticas, ACS construirá una batería de almacenamiento de energía a gran escala en el noreste de Perth, Australia. El sistema, con una potencia de ciento sesenta y cuatro megavatios y una capacidad de novecientos cinco megavatios por hora, está diseñado para dar soporte a la transición energética de la región, aportando estabilidad a la red eléctrica y facilitando la integración de fuentes de energía renovable.
El anuncio de estos contratos viene acompañado de un comportamiento sólido en las cifras financieras. Durante los nueve primeros meses de 2025, ACS ha alcanzado un beneficio neto atribuible de 655 millones de euros, un 8,3% más que en el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se sustenta en un incremento de los ingresos del 23,7%, hasta los treinta y seis mil setecientos cincuenta y tres millones de euros.
El beneficio neto ordinario del grupo, que excluye resultados extraordinarios, experimentó un incremento más pronunciado, con un aumento del 23,8 %, superando los 585 millones. Esta mejora se debe, según la compañía, a la evolución positiva de todas sus actividades. Por otra parte, el beneficio bruto de explotación alcanzó los 2.217 millones de euros, un 32 % más, con una mejora notable de los márgenes en filiales como la estadounidense Turner.
En conjunto, estos resultados y adjudicaciones dibujan un panorama de crecimiento exponencial para ACS, que ha sabido pivotar con éxito hacia los sectores más dinámicos de la infraestructura global: la inteligencia artificial, el almacenamiento de energía y la tecnología de semiconductores, consolidándose como un socio indispensable en la era digital actual.