Los billetes baratos que se han impuesto a ciertas horas en la Alta Velocidad tras la liberalización del sector ferroviario han permitido un ahorro de 343 millones de euros para los viajeros, según el balance de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que reseña la trascendencia de la competencia entre compañías para abaratar el servicio. La llegada de los nuevos operadores desde 2019, con la entrada de dos nuevas empresa y el lanzamiento de una segundo marca por parte de Renfe, Avlo, con costes inferiores, ha generado, según la CNMC, un “impacto positivo de 578 millones en 2023”. Además, la mayor oferta a precios mucho más competitivos ha atraído a la alta velocidad a 10 millones de viajeros, si se compara la demanda del año pasado con la de 2019. Un incremento que se ha dado especialmente en las líneas Madrid-Barcelona y Madrid-Levante.

Contabilizando el pasado año, de los 41 millones de viajeros por ferrocarril en España, 31 millones eligieron la alta velocidad (10 millones más que en 2019), con una captación por parte de las empresas alternativas de 10,6 millones de pasajeros, 26% del total, de los que Iryo se quedó con el 14,8% y Ouigo, con el 11,2% restante. En la comparativa con los trayectos aéreos, la cuota del ferrocarril en los corredores con competencia aumentó hasta un 85%, con relevancia en el trayecto Madrid-Barcelona, donde ganó 20 puntos porcentuales, hasta el 82%.

La ruta a Levante ha desplazado al corredor Sur como la más usada, pues las rutas hacia Andalucía han registrado un crecimiento más lento, donde la entrada de la competencia ha sido más tardía, con dos empresas compitiendo (Renfe e Iryo). Aun así, los precios medios de la ruta Sur se redujeron entre el 10 y el 24% en función de los destinos. Los resultados estuvieron en línea con los de otros países europeos, concluye la CNMC.

Bajadas del 40%

En cuanto a las empresas, estas adaptaron sus tarifas y ofrecieron servicios básicos muy económicos y tarifas especiales para niños, con una reducción de los precios medios en torno al 40% en las rutas donde la competencia entre tres operadores comenzó en el año 2022. El incremento de la demanda, además, tiene una relación directa con el aumento de la competencia, pues el informe de la CNMC señala que crece más en las rutas con más competidores, como Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia, donde la afluencia de usuarios ha subido 75% respecto a antes de la liberalización. En estas rutas la cuota de mercado de Renfe es del 54 %.

Aun así, los ingresos de los tres operadores "distaron poco" de los que obtuvo Renfe en 2019, según Competencia, que considera que "casi todos" presentaron resultados negativos "porque la entrada en el mercado ferroviario es costosa y el break-even nunca se alcanza en los primeros ejercicios". Pero el gran beneficiario ha sido Adif, el gestor ferroviario público que se desgajó de Renfe. Ha recaudado por cánones en los corredores liberalizados de Alta Velocidad 148 millones más en 2023 (52% más) que en 2019. El resto (87 millones) correspondió a los mayores ingresos de las compañías con respecto a los ingresos de Renfe cuando operaba en régimen de monopolio. Los ingresos conjuntos de los tres operadores no fueron ni un 10% superiores a los ingresos de Renfe en 2019, a pesar de que los servicios aumentaron un 60%.

En las rutas donde la competencia se incorporó antes y donde hay tres compañías (Madrid-Barcelona o Madrid-Valencia), el número de viajeros prácticamente se duplicó, desde 11,1 millones a 19,6 millones el pasado año. Por el contrario, los servicios de larga distancia convencional perdieron más de 2 millones de pasajeros entre 2019 y 2023, a pesar de las mejoras en la infraestructura.