Los ministros de Energía de los Estados miembro de la UE han dado luz verde a la prórroga de la medida voluntaria de reducción del consumo del gas. La iniciativa aprobada el pasado verano contempla la disminución del consumo de la materia prima en un 15% con el objetivo de desprenderse del suministro ruso. Se trata de una medida de emergencia dada por la crisis energética generada a raíz de la guerra de Ucrania y que, este martes, los ministros de Energía de la UE han decidido alargar hasta 2024.

Europa entiende que, pese a que la situación se ha estabilizado y las proyecciones energéticas de cara a 2023 son mejores que las ofrecidas hace apenas seis meses, la influencia de Rusia como exportador de gas sigue teniendo peso en el Viejo Continente. Los Estados miembro han ido diversificando el suministro energético, apostando por nuevas tecnologías y, sobre todo, importando gas de otras fuentes, como Estados Unidos, Canadá o Argelia, entre otros. Pese a ello, Rusia sigue teniendo un peso elemental en la generación eléctrica de los países europeos. Un ejemplo de ello es que el estado ruso, sin ser uno de los mayores suministradores de España, ocupa la tercera posición entre los países exportadores del estado español.

La UE busca eludir la dependencia rusa y apostar por la contratación de GNL

La prórroga de esta medida, la cual es voluntaria, busca minimizar la dependencia energética rusa. Según el análisis de Bruselas, la UE sigue necesitando reducir la demanda de gas para “compensar completamente la disminución permanente” del suministro ruso. Además de ello, con esta iniciativa, que estará vigente hasta 2024, se pretende acrecentar las importaciones de gas natural licuado (GNL) y del gas por tubería desde otros países. Por su supuesto, la reducción de la materia prima juega un papel crucial en el salto a las renovables, algo que, de cara a la UE, se antoja clave en el futuro energético de la Comunidad Europea.

“Continuar desde abril con la reducción del 15% por un año más sería suficiente para alcanzar la tasa de almacenamiento de gas del 90% para el 1 de noviembre y garantizar que no hay problemas relacionados con la seguridad del suministro de gas en el próximo invierno”, explicaba la institución liderada por Ursula Von der Leyen. Europa entiende que el contexto energético actual puede recrudecerse. De hecho, hay expertos que valoran la idea de tener un invierno en 2023 complejo si no se toman medidas para sostener el almacenamiento. Pese a que los Estados miembro siguen trazando hojas de ruta para eludir la dependencia energética rusa, aún hay muchas naciones que siguen necesitando los contratos con los proveedores rusos.

España y Europa pidieron a las energéticas cesar la contratación de gas ruso

Esta medida llega días después de que Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, emitiese un comunicado para las energéticas españolas solicitando que dejasen de contratar gas proveniente de Rusia. La titular para la Transición Ecológica explicó que España se quería alinear al mensaje lanzado por la comisaría de Energía de la UE, Kadri Simons, quien pidió que se dejase de contratar gas ruso para mermar el músculo financiero de la federación rusa y, por supuesto, reducir la dependencia energética del Viejo Continente.

Europa ha logrado salvar el invierno. Además de por la diversificación del suministro y la gran aportación de los metaneros que han ido llegando a los Estados miembro, la temperatura ha ayudado a Europa a no hacer uso de todo el suministro. Hoy por hoy, los depósitos de gas se encuentran llenos en un 56%, 16 puntos porcentuales del umbral “crítico”.  Además de ello, las reservas actuales se encuentran llenas al doble de lo que lo estaban justo antes del inicio de la guerra en Ucrania.

Ante las buenas métricas, la ministra de Energía e Industria de Suecia, Ebba Busch, ha recalcado que “el nivel de almacenamiento ahora que salimos de la temporada de frío es un buen indicador de que estamos mejor posicionados para el próximo invierno, pero todavía no se ha acabado”. La titular de Energía del país escandinavo añadió que Europa debe estar preparada de cara a la próxima temporada invernal.

Las reservas de gas en España están en “máximos históricos”

Por su parte, la representante del Gobierno español, Teresa Ribera, ha destacado que las reservas de gas en el país ibérico están en “máximos históricos” y celebró que la normativa incluya “una referencia al ahorro doméstico y una referencia a la entrada de gas natural en cada uno de los Estados miembro, con independencia de que sea para consumo doméstico o para exportación o reexportación”. Estas palabras se dan en una jornada en la que se ha podido conocer que España está creciendo en la faceta exportadora de gas, sobre todo a Francia. Tal y como ha apuntado el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo, el estado español “está exportando a Francia más de lo que recibe de Argelia a través del Medgaz”.

Sea como fuere, la UE ha prorrogado una medida que, por ejemplo, España, no estaba consiguiendo cumplir. El hecho de que sea una iniciativa voluntaria da más margen a los Estados miembro, ya que la crisis energética ha arrojado más luz a la necesidad de apostar por las tecnologías renovables, pero, sobre todo, a la gran dependencia del gas que tiene el Viejo Continente.