La economía española mantiene su dinamismo al crecer un 0,735% en el segundo trimestre respecto al anterior. El fuerte crecimiento del consumo de las familias y la inversión de las empresas han sido los artífices de ese aumento del PIB entre abril y junio; aunque el resultado podría haber sido mejor, si no fuese por el incremento de las compras españolas de bienes y servicios en otros países, muy por encima de las exportaciones. Así, en el trimestre, las importaciones han crecido un 1,66% respecto al primer trimestre, mientras que las exportaciones lo han hecho a un ritmo menor del 1,11%, con los datos de la Contabilidad Nacional publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Como resultado de esta dispar evolución, las importaciones han restado al crecimiento del PIB algo más de medio punto (0,556%), mientras que las exportaciones de bienes y servicios han aportado al crecimiento de la economía española un 0,417% entre los meses de abril y junio. Lo que supone que la demanda externa (exportaciones menos importaciones) no ha sumado al crecimiento, sino que ha restado, en concreto 0,139%. Si la demanda externa se hubiese sido neutra, la economía habría subido cerca del 0,9% en términos trimestrales.
Y es así, porque la demanda nacional o interna -las compras y las ventas realizadas por las empresas, las familias y las administraciones nacionales-, han empujado la economía un 0,874% entre abril y junio, un impulso que, lamentablemente, ha sido recortado por la diferencia entre las ventas y las compras en el exterior con ese saldo negativo de 0,139%, lo que menguado el crecimiento económico al 0,735% del PIB en el segundo trimestre.
Exportaciones, en positivo
Sin embargo, en plena guerra arancelaria con Estados Unidos, las exportaciones no son las responsables del saldo negativo exterior del segundo trimestre; más bien al contrario, pues las ventas de bienes y servicios (se incluye el turismo en un trimestre que ha contabilizado la Semana Santa) han tenido un excelente comportamiento. En el segundo trimestre han registrado una subida del 1,11% -según los datos de Contabilidad Nacional, que difieren de los aportados por el Banco de España y la Secretaría de Estado de Comercio-. Aunque ha sido inferior que el 1,71% del primer trimestre, es el mejor segundo trimestre desde 2022, cuando los datos estaban distorsionados por el conflicto de Ucrania y las ventas españolas al exterior subieron 6,6% en un solo trimestre. En los últimos tres años, tan solo se han dado crecimientos por encima del 1% en dos trimestres (el 1,7% del primero de 2025 y el 1,6% del cuarto de 2023).
Pero las importaciones han pesado más en este segundo trimestre. Así, con datos en volumen encadenado (son contabilizar el impacto de la inflación), las importaciones han aumentado en el segundo trimestre un 1,66% en referencia con el primer trimestre de 2025. Es la mayor subida en un trimestre desde el primero de 2023, cuando las compras españolas en el exterior crecieron un 2,26%.
Aportaciones al PIB
En el histórico de los últimos años, hay que remontarse al primer trimestre del año 2023, para encontrar una aportación negativa tan abultada de las importaciones en el crecimiento del PIB trimestral. Así, en el pasado trimestre las compras al exterior restaron 0,55 puntos porcentuales (pp) al incremento de la economía, solo superado por los 0,68 pp del primer trimestre de 2023.
Del lado de las exportaciones, como queda apuntado anteriormente, la contribución al PIB ha sido notable, una de las más algas de los últimos trimestres. Así, las ventas de bienes y servicios aportaron 0,41 pp positivo al crecimiento del PIB intertrimestral, por debajo del 0,65 de la aportación entre enero y marzo, pero hay que esperar al primer trimestre de 2024 y el último de 2023, para ver aportaciones superiores.
Respecto a la resta o la suma de la demanda externa a la evolución trimestral del PIB, de los últimos 17 trimestres (hasta el segundo de 2021), en 7 ocasiones el saldo ha sido negativo y ha mermado crecimiento a la economía española, pero en las otras 10 ha sumado. El lastre de los 0,139 pp en el incremento del PIB, es muy inferior a los 0,369 pp del cuarto trimestre de 2024, los 0,212 pp del anterior o los 0,426 pp del primer trimestre de 2024.
Con inflación
Si bajamos a los datos de Contabilidad Nacional en precios corrientes (mide el efecto de la inflación), el primer y el segundo trimestre de este año son los dos únicos de la serie histórica que se han superado los 150.000 millones de euros con las exportaciones. En concreto, el segundo alcanzó los 154.074 millones y el primero, los 153.403 millones.
En el caso de las importaciones, las compras al exterior sumaron 137.884 millones de euros, el segundo más alto tras los 144.235 millones del tercer trimestre de 2022, con el petróleo y el gas y la mayoría de los alimentos por las nubes por la invasión de Ucrania. Sin embargo, las importaciones han aumentado en más de 7.000 millones de euros, desde el segundo trimestre de 2024, un 5,35% (el doble de la inflación en ese periodo), mientras que las exportaciones ascienden en algo menos de 5.500 millones, porcentualmente un 3,8%, siempre con los datos del INE.
Cabe recordar que Contabilidad Nacional incluye la entrada de dinero procedente del turismo como ingresos de las exportaciones, lo que explica que estas superen a las importaciones. Sin embargo, en el saldo comercial (solo bienes que pasan por la aduana), las ventas españolas se quedan por debajo de las compras. Así, las exportaciones de bienes has reportado 97.770 millones a España, mientras que las importaciones han detraído 109.548 millones entre abril y junio.
Pero las exportaciones de bienes -con el turismo a la cabeza- compensan ese déficit meramente comercial. En el segundo trimestre, las ventas españoles de servicios han alcanzado 56.303 millones de euros, de los que 22.282 son producto del turismo extranjero. En cambio, en las importaciones, las compras españolas de servicios pesan mucho menos, en concreto, 28.336 millones de euros, de los que 6.895 se deben a la salida de los españoles al extranjero.