En ausencia de un consenso entre la Comisión Europea (CE) y los Estados Unidos en la guerra arancelaria, el crecimiento del PIB bajará 7 décimas el próximo año y 4 décimas este respecto al crecimiento del 1,9% (2026) 2,7% (2025) que la entidad diseñó en marzo previsto. Un recorte que se produciría si la administración del nuevo presidente Donald Trump cumple con su amenaza y eleva del actual 10% al 20% los aranceles a la exportación de todos los productos comunitarios que se vendan en aquel país y que, en represalia, Bruselas imponga sanciones las importaciones de EE.UU.
Al menos eso calcula el departamento de Economía del Banco de España, aunque no ha precisado cuál sería el incremento porcentual del PIB de producirse este “escenario adverso”. Washington ha ampliado al 9 de julio el plazo para cerrar las negociaciones con Bruselas, pues el primer límite se fijó en el 1 de junio. Una de cal y otra de arena, pues Trump acusó a la Unión Europea de deslealtad en la negociación y elevó del 20% que anunció el 2 de abril -Día de la liberación, como el mandatario lo denominó- al 50%. Algo que el Banco de España no ha contemplado, pues el “escenario adverso” lo calcula con el aumento de las tasas al 20% anunciados el 2 de abril.
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, desveló este lunes que la institución ha reducido en tres décimas el crecimiento del PIB español para el presente año, del 2,7% calculado en marzo, al 2,4%, debido al efecto de la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos. Este martes, Ángel Gavilán, el director general del Banco -que deja su puesto este martes- ha matizado las causas de ese recorte. De las tres décimas, dos se atribuyen al conflicto arancelario y la incertidumbre que ha generado, pero otras dos provienen de la revisión de la Contabilidad Nacional, pues el INE calcula ahora que la economía creció a menor ritmo del estimado en ese primer trimestre y en los dos anteriores. Pero eso suman cuatro décimas, no las tres anunciadas por Escrivá. La diferencia, la explica el Banco de España en el impacto que tendrá en la economía el aumento del gasto en Defensa, que aportará una décima extra el crecimiento del PIB este año.
Tasas y represalias
Pero esas tres décimas de recorte anunciadas por Escrivá se producirían si se cumple con lo que el Banco de España denomina “escenario central”. Así, los cálculos de la previsión económica se realizan, dando por hecho que los aranceles con EE.UU. estarán, como a día de hoy, que la Unión Europea no adopte represalias por la subida unilateral de la Administración Trump y que no se elevan los aranceles recíprocos entre Pekín y Washington. Si no hay acuerdo, las tres décimas se elevarán.
Los responsables del Gabinete de predicciones del Banco de España atribuyen los distintos impactos del “escenario adverso” en los crecimientos del PIB para este año y el próximo, al periodo de tiempo que estén implantadas las medidas arancelarias. Si finalmente Trump decide aplicar las tasas ampliadas, no podrán entrar en vigor hasta la segunda parte del año, de aquí que resten cuatro décimas al crecimiento del PIB, mientras que serán siete en 2026, pues estarán vigentes durante la totalidad del año.
Pero el Banco de España no matiza cuáles serían los crecimientos del PIB en este nuevo “escenario adverso” para este y los próximos años. No obstante, los datos presentados este martes aclaran que, dejando al margen la guerra arancelaria y la incertidumbre que provoca, habría revisado en una décima a la baja el aumento del PIB -dos décimas menos por la revisión de la Contabilidad Nacional y una más por el gasto en Defensa- con lo que este año el PIB crecería al 2,6%. Con el escenario actual, ha recortado otras dos décimas, por las medidas arancelarias; pero, si en vez de estar en el “escenario central” entremos en el “adverso” serán cuatro las décimas que se resten. Es decir, el PIB crecería en el entorno del 2,2% este año.
Más complicado es deducir el efecto de un fracaso de las negociaciones entre Bruselas y Washington para el año próximo. En los cálculos del Banco de España en marzo, la economía española crecería en 2026 al 1,9% (rebajado al 1,8% este martes). Si en vez de impactar una décima, impacta en siete décimas, se podría hablar de incrementos del PIB por debajo del 1,5%. No obstante, fuentes del Banco de España matizan a On Economía que se debería recalcularlo en su conjunto, algo que no han hecho.
Impacto en el consumo
Pero la incertidumbre y se ha dejado notar en la economía española, según reseña Gavilán, que apunta que ya en el primer trimestre se recoge una desaceleración en la demanda interna, especialmente en el consumo privado. Aunque, en parte, se atribuyó al fuerte crecimiento del último trimestre de 2024 -revisado por el INE- tanto en consumo como en inversión.
Una debilidad del consumo se completa con una ralentización en los indicadores de empleo, que aunque se sigue creando, lo hace a niveles inferiores de estos años atrás y, también, en las previsiones empresariales. En la encuesta que realiza el BdE, las empresas reconocen una ligera desaceleración en la facturación.
Una debilidad que parece que se va a agudizar en los próximos meses, pues se han reducido los índices de confianza -ha descendido en 10 puntos desde principios de año-, tanto de consumidores como empresarios.