La Casa Blanca confirmó este martes que ha enviado una carta a sus socios comerciales a modo de "recordatorio amistoso" para indicar que la negociación sobre los aranceles aún no está cerrada. Todo lo contrario. En la misiva, Estados Unidos recuerda que se acerca la fecha, principios de julio, en que expira el plazo dado por el gobierno de Donald Trump para activar lo que denomina "aranceles recíprocos". "El representante estadounidense de Comercio (Jamieson Greer) envió esta carta a todos nuestros socios comerciales solo para darles un recordatorio amistoso de que se acerca la fecha límite", afirmó en rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
Según indicó Karoline Leavitt, tanto el representante de Comercio como los secretarios del Tesoro y de Comercio, Scott Bessent y Howard Lutnick, están hablando sobre los aranceles con muchos de los socios principales de Washington. Por ello, quitó hierro al asunto afirmando que "esta carta era simplemente para recordar a estos países que la fecha límite se está acercando y que el presidente espera buenos acuerdos. Estamos en camino de lograrlos", añadió Leavitt.
En el caso de los aranceles a la Unión Europea, fue el mismo presidente de los Estados Unidos quien, el pasado 26 de mayo, decidió posponer del 1 de junio al 9 de julio los aranceles del 50% del valor de los productos. Tras una conversación telefónica del presidente de los Estados Unidos con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, será el 9 de julio cuando entren en vigor, a no ser que alcancen antes un acuerdo para rebajarlos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, instó este martes en qué no debía malinterpretarse el envío de esa misiva como una señal de que el presidente estadounidense, Donald Trump, no está satisfecho con el ritmo del diálogo comercial. "El presidente ha sido muy directo con nuestros socios comerciales en sus conversaciones con ellos, incluso con líderes extranjeros, al señalarles la necesidad de llegar a acuerdos con EE. UU. sobre la agenda arancelaria. Cree firmemente en ello y, como se ha visto, no teme usar aranceles para proteger nuestras industrias y a nuestros trabajadores, pero quiere que se firmen estos acuerdos a medida", concluyó.
Los gravámenes en cuestión son los anunciados el pasado 2 de abril, el llamado Día de la Liberación. Una semana después, el 9 de abril, el mandatario anunció una tregua arancelaria de 90 días para negociar en ese tiempo pactos bilaterales.
Aunque el Tribunal de Comercio Internacional, una corte federal estadounidense, impuso un bloqueo sobre los mismos gravámenes la semana pasada, una Corte de Apelaciones levantó ese veto, dando un respiro así a la política arancelaria del Ejecutivo al mantenerlos en vigor.