El Govern contará en 2024 con un 11% más de recursos que el pasado año, con un mayor crecimiento de los impuestos compartidos (IRPF, IVA y especiales) y un descenso de la recaudación proveniente de los impuestos cedidos totalmente, según los datos elaborados por Airef, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, para las cuentas pública de Catalunya de 2024. Respecto a los saldos fiscales catalanes, el organismo que preside Cristina Herrero prevé que 2024 cierre con un déficit del 0,2%, un fuerte descenso respecto al 1,3% del pasado año, y la deuda caerá del 31% del PIB al 30,4% en 2024.

Airef matiza que el crecimiento de los ingresos del 11% no computan los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Dejándolos al margen, los impuestos compartidos (ingresos del sistema de financiación SFA) aumentarán un 18%, mientras que los recursos propios descenderán un 1%. El informe del organismo de control financiero reseña que la Generalitat ha reducido el efecto positivo esperado de las medidas de ingresos comunicadas para el informe de octubre.

Entre ellas, la continuidad de la ayuda sobre las tarifas del transporte por encima del 30%, que seguirá detrayendo recursos, por lo que la Generalitat ha comunicado a Airef que habrá que esperar al próximo 2025 para recuperar estos ingresos y, sumar un impacto negativo en 2024. Una merma de fondos que se compensa, según el informe conocido este jueves, con un incremento en la previsión de ingresos por la modificación del Impuesto sobre las viviendas vacías, del impuesto de sucesiones, que se aplazó un año para hechos imponibles devengados hasta diciembre de 2022, y del impuesto sobre establecimientos turísticos por el aumento de la tarifa. En este sentido, el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados aumentará su recaudación en Catalunya un 3%, el impuesto de sucesiones y donaciones se mantendrá establece y otros impuestos subirán el 6%. Sin embargo, la partida de “otros recursos”, que aporta 6 de cada 10 euros ingresados por impuestos propios, se derrumbará un 3%.

15% del PIB

Al margen del descenso de los recursos propios, la subida del 11% de los ingresos públicos permitirá que el Govern cuente con fondos equivalentes al 15% del PIB generado en el territorio, un límite por encima de la media anual. En 2022 y 2023 se cerró el ejercicio fiscal rayando el 14,2% del PIB y las previsiones de Airef apuntan que en 2025 caiga al 14,7%, para estabilizarse en el 14,5% del PIB los siguientes tres años.

Sin embargo, aunque estos datos son positivos, tienen una lectura distinta si se comparan las previsiones presentadas este jueves respecto a las que manejaba Airef en octubre. Y es que han cambiado muchas cosas en estos meses: en primer lugar, que no se han podido aprobar las reglas de gasto previstas en los presupuestos generales del Estado -que finalmente no fueron aprobados con la prórroga de los anteriores-, lo que ha provocado que las comunidades autónomas tengan unas condiciones más rígidas. En segundo lugar, que tampoco se han podido aprobar los presupuestos de Catalunya y, finalmente, que en octubre Airef daba por sentado que no se iban a prorrogar las ayudas públicas anti inflación -lo que habría reducido el déficit español en 9 décimas, pero la continuidad parcial de ciertas medidas, hará que la reducción sea de 2 décimas menos. Algo parecido le ha supuesto a Catalunya, como ha quedado apuntado, con el mantenimiento de las ayudas al transporte público.

Con este entorno, en octubre Airef esperaba que las cuentas públicas catalanas hubiesen cerrado el año con un superávit de 1 décima, frente al déficit de 2 décimas calculado en abril, e, igualmente, ha elevado el cierre de deuda hasta el 30,4% del PIB. Pero las nuevas previsiones, también empeoran los cálculos estimados por la Generalitat de un superávit de 3 décimas. Tres son los motivos que Airef argumenta para semejante jarro de agua fría sobre las cuentas públicas catalanas: primero, el cierre de 2023, cuyo saldo ha resultado cuatro décimas por encima de lo estimado en octubre; segundo, la nueva información sobre fondos europeos estructurales, ajenos al Plan de Resiliencia; y, finalmente, la caída de los ingresos del SFA respecto a lo que el Ministerio de Hacienda anunció seis meses atrás.

Ajustes del gasto

Lo que derivará en un incremento del gasto que se computa para determinar el cumplimiento de la regla de gasto, que para este año se fija en el 2,6% y Catalunya llegará al 4,8%. Por este motivo, la Airef cierra el informe con una recomendación, dura, aunque expresada en términos amables: “vigile la ejecución de su presupuesto adoptando las medidas que estime pertinentes para corregir el crecimiento del gasto computable a efectos de la regla de gasto y evitar así el deterioro estructural de sus cuentas a medio y largo plazo”. Lo que dicho en plata, recomienda un ajuste del gasto público.

No obstante, Catalunya no es la excepción, sino la regla, pues Herrero anunció este jueves que todas las comunidades autónomas tendrán que ajustar su gasto si quieren cumplir con las reglas, al igual que la administración central y 10 de los 25 grandes ayuntamientos fiscalizados.