Las nuevas pensiones de jubilación ya superan el sueldo medio de los menores de 35 años: un jubilado recibe de media unos 1.760 euros al mes. Mientras que los trabajadores menores de 35 años percibían, de media, un salario de 1.650 euros al mes. Esta es una de las conclusiones de un informe del Instituto Juan de Mariana, de Madrid, que pone de manifiesto los desequilibrios de renta y riqueza entre jóvenes y mayores.
Esta brecha salarial entre generaciones la ocasiona la evolución salarial versus el sistema de pensiones. Así, entre 2008 y 2024, el ingreso real de los trabajadores de 18 a 29 años ha caído un 3%, frente al incremento del 18% que han obtenido los mayores de 65 años en esta misma rúbrica.
Basándose en datos del Colegio de Actuarios de España, el análisis determina que, de promedio, un jubilado recibe un 62% más de lo que aportó al sistema a lo largo de su carrera laboral. Se trata de una elevada prestación si se tiene en cuenta cómo evolucionan las pensiones en el conjunto de la Unión Europea. En concreto, los mayores de 65 años en España tienen una renta un 6,4% superior a la media europea. Y, contrariamente, los trabajadores españoles perciben un sueldo un 7,3% inferior a la media de los salarios en Europa.
Analizando el primer semestre de 2025, se constata que la participación de los mayores de 75 años en la riqueza nacional ha aumentado 12 puntos en 20 años, mientras que la de los menores de 35 se ha reducido cinco puntos en ese margen de tiempo. Concretamente, el informe señala que mientras en 2002 los menores de 35 años poseían el 7,5% de la riqueza nacional, en 2022 este porcentaje únicamente era del 2%. En contraste, los mayores de 75 años aumentaron en este lapso de tiempo su participación en la riqueza nacional del 8% al 20%. El Instituto Juan de Mariana afirma además que la riqueza mediana de los nacidos en los años 80 es casi un 50% inferior a la de los nacidos en los años 60.
Uno de cada 4 euros para Hacienda
Con este escenario, los autores del informe se preguntan sobre la realidad económica de ambos segmentos de población y sobre el rol que juegan el sistema de pensiones y el modelo fiscal a la hora de propiciar tales circunstancias. En este sentido, advierten que desde el año 2010, las cotizaciones son insuficientes para financiar las pensiones y el agujero se cubre con una carga fiscal cada vez más abultada que recae sobre los trabajadores. La renta dedicada a pagar IRPF y cotizaciones sociales supone ya el 39,5% del coste laboral, frente al 31,8% observado en la OCDE. Si añadimos el IVA, el IBI y otros gravámenes de referencia, los estudios del Instituto Juan de Mariana revelan una carga fiscal equivalente al 55% del coste laboral de un salario medio.
En estos estudios fiscales, el último fechado en abril de 2025, los expertos determinan que, en los últimos seis años, España ha incrementado su carga fiscal en 1,9 puntos del PIB. Lo que se contrapone a la política del conjunto de la Unión Europea de los 27, donde de promedio se registró un descenso de 0,9 puntos. "Mientras España ha incrementado el peso de los impuestos y las cotizaciones, 14 de los 27 países de la UE han reducido su presión fiscal, entre ellos Alemania, Dinamarca, Francia, Países Bajos o Suecia", especificaba el think tank madrileño.
Esta carga fiscal se traduce en la incidencia de las cotizaciones sociales, el IRPF y el IVA sobre un sueldo medio. Así, el coste laboral total (o “salario completo”) abonado para emplear a un trabajador que percibe el salario medio asciende a 39.480 euros. Es decir, "para que un trabajador pueda realizar un consumo de 100 euros, su empleador debe abonar 191,57 euros", señalan.
Menos ingresos, menos consumo
El informe sobre la brecha generacional, difundido este jueves, pone además de manifiesto que desde 2006, únicamente los mayores de 65 años han aumentado su consumo real (+5%), en tanto que los menores de 30 años lo han reducido con fuerza, un 36%. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares, los jóvenes han recortado "drásticamente" sus gastos en muebles, bebidas alcohólicas, transporte, vestido y ocio, pero no en educación y vivienda.
Así, el Instituto Juan de Mariana trata de "desmontar" la narrativa popular que apunta que los jóvenes no prosperan económicamente por su presunto derroche en ocio, soportes digitales o pequeños gastos cotidianos. "Los datos desmontan esta caricatura, según la cual los jóvenes presentan un menor patrimonio y una renta más baja por despilfarrar su dinero en viajes, fiestas, teléfonos inteligentes, plataformas de streaming o cafés de especialidad (...)", señala el Instituto.
En su opinión, "el verdadero problema es estructural: un entorno de salarios estancados, vivienda inaccesible y políticas públicas que no priorizan a las nuevas generaciones". "Responsabilizar a los jóvenes de una situación que responde a decisiones políticas, dinámicas macroeconómicas y desequilibrios intergeneracionales es, sencillamente, eludir el debate real", critica el Instituto.
El organismo recuerda en este punto que la juventud española tiene la mayor tasa de paro de toda Europa, cuadruplicando los niveles de desempleo que se dan en Alemania y superando la media comunitaria en más de diez puntos (26,5% frente a 15,1%).
De la propiedad al alquiler
En materia de vivienda, el informe señala que mientras el 81% de los nacidos entre 1945 y 1965 eran propietarios a los 42 años, hoy menos del 50% de los nacidos después de 1985 lo son, y sólo un 20% de los menores de 35 años tiene hipoteca. "En las dos últimas décadas, España ha experimentado un fenómeno económico y social tan profundo como silencioso. De forma progresiva y continuada, nuestro país ha sido testigo de la aparición de un desequilibrio de renta y riqueza sin precedentes que deja a las generaciones de mayor edad en una posición mucho más favorable que la de los ciudadanos más jóvenes", advierte el Instituto.