La economía catalana creció un 2,9% durante el primer trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, una décima menos de los datos adelantados el pasado 5 de mayo por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat), mientras que la variación trimestral se situó en un 1,1%, también una décima menos que las estimaciones iniciales.

Por otro lado, el crecimiento de la economía catalana se sitúa nueve décimas por debajo del dato español (3,8%) y un punto y nueve décimas por encima de la UE-27 (1%). Por lo que respecta a la variación intertrimestral del PIB, es seis décimas superior a la tasa española (+0,5%) y un punto más que la tasa que la UE-27 (+0,1%).

Según el Idescat, el aumento del PIB anual correspondiente al primer trimestre se explica por la evolución del comercio exterior, ya que las exportaciones crecieron un 15,5% interanual y las importaciones totales un 8,7%. La demanda interna subió un 0,8% y la variable que más influyó positivamente fue el consumo de los hogares, con un 1,4%. En cuanto a la tasa de variación del consumo de las administraciones públicas, se mantuvo estable y la de la formación bruta de capital se incrementó un 0,2%.

El consumo de los hogares creció solo un 1,4%

En cuanto al crecimiento del primer trimestre, el comercio exterior es el componente que contribuye más al crecimiento del PIB desde el punto de vista de la demanda. Las exportaciones totales presentaron una variación interanual del 15,5%, doble que en el trimestre anterior (7,5%). El aumento de las exportaciones, según Idescat, se debe a la evolución positiva de los bienes y servicios (12,3%) y del consumo de los no residentes (35,7%).

Dentro de los bienes y servicios, destaca la evolución de la industria de la automoción y la química; mientras que las importaciones, la tasa interanual aumentó un 8,7% por el incremento de las exportaciones de bienes y servicios (8,3%) y del consumo de los residentes en el extranjero (18,3%).

En cuanto a la demanda interna, aumentó ocho décimas. El consumo de los hogares creció un 1,4%, confirmando la tendencia a la baja de los últimos trimestres. Por el contrario, el consumo de las administraciones públicas no registró variaciones en comparación con el año anterior.

Destaca la industria de la automoción y la fabricación de equipos eléctricos 

Desde la óptica de la oferta, el análisis muestra un crecimiento de la actividad industrial del 3,6% mientras que en el trimestre anterior registró una reducción del 2,9%. Por ramas de actividad, destaca el crecimiento de la industria de la automoción y la fabricación de materiales y equipos eléctricos. Por su parte, el sector servicios incrementó su actividad un 3%, lo que supone un punto y ocho décimas menos que en el trimestre anterior (4,8%). Concretamente, el comercio, el transporte y la hostelería aumentó un 6,8%.

Según los indicadores de actividad de los servicios, la restauración, la hostelería, el comercio al por mayor y el transporte aéreo son las ramas con mayor avance este trimestre. Las actividades inmobiliarias, profesionales y otros presentan una tasa del 1,9%. De acuerdo con los indicadores de actividad de los servicios, son los servicios jurídicos, agencias de viajes y otras actividades profesionales, científicas y técnicas las que muestran una dinámica más positiva. 

La administración pública, educación, sanidad y servicios sociales muestran una tasa de variación negativa del 0,7%. Por último, la construcción aumentó un punto y tres décimas por encima del trimestre anterior, hasta el 4,5%, presentando el sector agrario una variación interanual de un 3,5%, manteniendo la evolución negativa de los últimos trimestres, aunque con menor intensidad.