Competir en innovación es la única vía que tiene Catalunya, y también Europa, para mantener el estado del bienestar del que disfruta y ha disfrutado en las últimas décadas, motivo por el cual las políticas públicas deberían focalizarse en facilitar la innovación, desde su irrupción hasta la adopción. Este es el principal mensaje que ha transmitido Esteve Almirall, profesor de Innovación, IA y smart cities de Esade, en la última edición de FOCUS ON, dedicada a la innovación.
Almirall ha participado en el debate organizado por ON ECONOMIA Empresas disruptivas: la importancia de innovar para afrontar los retos, en el que ha compartido FOCUS ON con Jorge Soler, senior manager de Government Affairs de Philip Morris Spain, Patricia González, CEO de A Bordo Lab, y Ferran Fillat, cofundador y Chief Medical Officer de Tailor Surgery, que han compartido sus casos de éxito.
Almirall ha comenzado definiendo la innovación como una herramienta para competir: “Lo más interesante es: ¿y esto para qué lo hacemos? La innovación, en estas últimas décadas, se ha convertido en una herramienta para competir. Competimos con innovación. ¿Y por qué es interesante competir con innovación? Porque si tú consigues competir en innovación, mientras eso te dure, tienes un monopolio natural, porque eres el único que hace estas cosas de una manera diferente. Y este monopolio natural te permite fijar precio, te permite fijar cantidad, etc.”.
El problema de Catalunya y de Europa es, sin embargo, que no lo consigue: “Este es un problema importante en Europa y en Catalunya, porque puedes competir básicamente de tres maneras: en costes, pero siempre hay alguien que es más barato que tú, y quiere decir que cobrarás dos duros, es decir que vamos mal. Puedes competir en eficiencia, pero siempre hay alguien más eficiente que tú, y competir en eficiencia es muy fácil de copiar. Entonces, la única manera de vivir como sociedad más o menos bien, cubrir nuestros estándares, tener la sociedad del bienestar que queremos es competir en innovación”.
Por eso, cree que “este debería ser el punto central de las políticas de los gobiernos”, empezando por el catalán: “Cómo hacer de Catalunya un punto de innovación. No externalización, no internacionalización, no, nada de eso. Es igual. Si tú tienes una innovación potente, todo eso vendrá dado, te lo quitarán de las manos. Si no, por mucho que vayas a China, no te lo comprarán. El problema es tener una innovación potente. Eso debería ser el núcleo central y es la única manera de asegurar nuestro bienestar y el de las generaciones futuras”.
Sobre cómo conseguirlo, Almirall habla de tres patas. La primera son las capacidades: “Si tú no tienes cosas nuevas, no has descubierto nuevas tecnologías, vas mal. Solo puedes copiar a los demás. Gracias a la política de café para todos, hemos querido que todos tomen mal café”. La segunda son las dinámicas, y aquí no acompañan: “Si tienes una innovación, pero no es fácil crear una nueva empresa, no es fácil trasladarlo a la empresa, la gente no se puede mover con facilidad de la empresa a la universidad, los centros de investigación, etcétera, pues tendremos una investigación superinteresante que estará todo el día haciendo papers, pero no creará valor a la sociedad”. La tercera es la adopción, porque si las innovaciones no se adoptan, “no transforman” y no crean valor.
“Estos deberían ser los tres puntos centrales. Entonces haría universidades excelentes, movilidad total entre empresas y universidades, entre profesores, que puedan entrar o salir, facilidad de crear una empresa, obviamente sin pagar impuestos durante unos cuantos años, etcétera”, ha apostillado el profesor de Esade.
Cómo innovar con éxito
Esteve Almirall también ha dado algunas claves para innovar y salir victorioso: “Tienes rendijas. Lo que pasa a menudo es que tienes una frontera tecnológica, que son las maneras como podemos hacer las cosas. Esta frontera tecnológica, en un momento dado, se expande y surgen más maneras de hacer las cosas. Esto no es lineal, se expande en una dirección determinada, o en otra”.
Las empresas deben aprovechar estos momentos para innovar: “Cuando esto pasa, las organizaciones intentan aprovecharlo, cómo pueden hacer las mismas cosas de una manera diferente, o cómo pueden hacer cosas que antes no podían ni soñar”. También se definen “cuáles serán las organizaciones nuevas, la estructura de estas organizaciones nuevas que antes debían ser de una manera y ahora porque pueden ser de otra”.
“Por ejemplo, ahora tenemos la inteligencia artificial generativa, tenemos el robot, tenemos el coche autoconducido. Estamos en un momento precioso, porque hay un avance de las fronteras tecnológicas tan brutal como probablemente no hemos visto nunca en la historia”, ha añadido el profesor de Innovación, IA y smart cities de Esade.
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