Cuando tienes que pedir un préstamo, en función de las cantidades, hay que dar una cierta garantía de que podrás pagar las cuotas necesarias para devolverlo. La banca, sin embargo, da una opción que es muy utilizada por las personas ricas: la pignoración.
La pignoración consiste en dejar como garantía de la devolución de un préstamo una propiedad en vez de dinero, tal como explica la web del BBVA. O sea, que si no puedes pagar un préstamo, la banca se puede quedar con tu piso, coche, un local o incluso un paquete de acciones.
Ahora bien, a diferencia de la garantía de una hipoteca, en la que el banco no se queda con la casa a menos que no se pueda devolver el préstamo, en la pignoración la banca custodia los bienes dejados en garantía. O sea, que si pignoras un coche o un ordenador para conseguir un préstamo, durante el tiempo que lo estés devolviendo no podrás disponer de él, ni venderlo, alquilarlo o usarlo.
Son diversos los bienes que pueden emplearse como pignoración, que, al fin y al cabo, es como una fianza, pero en el caso de los productos financieros no es posible que mientras dure la garantía la banca se quede con los intereses que pueda generar, ya que se considera una cantidad al margen del contrato de garantía.
En caso de que el usuario del préstamo devuelva todo el importe que el banco le ha dejado, recupera el bien pignorado. En cambio, si no lo hace, la banca tiene derecho a poner ese bien en subasta pública. En el caso de los bienes financieros, puede ejecutarlos con el fin de controlar el dinero que costaron.
La pignoración es una buena opción cuando la persona que ha pedido el préstamo o el avalador no tienen un volumen de ingresos o no cumplen con los requisitos mínimos que se requieren para una hipoteca. Las personas que tienen una segunda residencia o un local que no frecuentan, bien lo pueden usar para un objetivo financiero como esta pignoración.
Los costes, además, son también menores que los de una hipoteca, para la cual hay que pagar impuestos como el de Actos Jurídicos Documentados (AJD) o la tasación de la misma casa. Ahora bien, hay que tener en cuenta qué bienes son pignorados, ya que se deben usar aquellos que no sean estrictamente necesarios durante el tiempo que durará el préstamo.