Durante su visita a Canadá para acudir a la cumbre de países del G7, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha avanzado en su nueva política comercial que establece aranceles a las importaciones europeas y asiáticas. El mandatario americano ha cerrado y firmado un acuerdo con el Reino Unido, mientras da 30 días de plazo a Canadá para avanzar en la misma dirección.
En un encuentro con el primer ministro británico, Keir Starmer, Trump han firmado este lunes el acuerdo comercial que los dos aliados presentaron a principios de mayo como "revolucionario" para ambos países y que prevé reducir los aranceles estadounidenses sobre exportaciones británicas. De momento no se ha comunicado la fecha de su entrada en vigor. Es de señalar que, en mayo de este año, Reino Unido se ha convertido en el segundo país extranjero con más deuda estadounidense, al superar a China, que disminuyó durante marzo sus reservas del bono norteamericano. Reino Unido supera los 779.000 millones de dólares (698.000 millones de euros) a marzo de 2025.
Por un lado, el pacto comercial establece que los Estados Unidos eximen al sector aeronáutico británico de los aranceles del 10% anunciados por Trump a principios de abril, una importante medida para dos industrias estrechamente ligadas. Además, las exportaciones británicas de vehículos verán reducidos los gravámenes estadounidenses del 27,5% al 10% a finales de junio sobre una cuota anual de 100.000 automóviles.
El acuerdo alcanzado entre Washington y Londres también incluye reducir el arancel al acero de Reino Unido por debajo del 25% impuesto por la Administración Trump el pasado marzo, si bien aún se desconoce en cuánto quedará fijado el nuevo gravamen, según información de Bloomberg, recogida por Europa Press.
Pero como ya es habitual en los pactos que cierra Trump en materia arancelaria, los Estados Unidos se llevan un buen acuerdo. En este caso: las autoridades británicas se han comprometido a "trabajar para cumplir los requisitos estadounidenses sobre la seguridad de las cadenas de suministro de acero y aluminio", incluida la "naturaleza de la propiedad" de las plantas siderúrgicas pertinentes, expone el documento que han suscrito este lunes en Canadà.
Mientras, el presidente Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, han fijado un plazo máximo de 30 días para alcanzar algún tipo de acuerdo comercial y, en particular, en materia de aranceles. Así lo ha confirmado también el primer ministro en sus redes sociales donde ha asegurado que "espero continuar este trabajo en esta cumbre y en las próximas semanas", si bien el inquilino de la Casa Blanca ha abandonado la cita con los países más industrializados del mundo debido a la reciente escalada bélica entre Israel e Irán.
Pese a ello, Trump aseguró horas antes que los dos países "pueden resolver algo" respecto a sus tensiones comerciales y, si bien afirmó ser un "amante de los aranceles", también reconoció que Carney "tiene una idea más compleja, pero sigue siendo muy buena". "Creo que vamos a lograr mucho", señaló el mandatario.
No obstante, de no alcanzarse un acuerdo entre Washington y Ottawa, Carney ha mantenido que tomará medidas en represalia después de que Trump elevara al 50% el impuesto a las importaciones de acero y aluminio. Cabe recordar que también los vehículos fabricados en el extranjero tienen nuevos aranceles, además del gravamen del 25% a los productos de Canadá y México, países con los que Estados Unidos mantiene un acuerdo comercial.