El Circuit de Barcelona-Catalunya (Montmeló) se prepara para albergar el Gran Premio de MotoGP este fin de semana, un evento cuya permanencia en el calendario está asegurada hasta 2031. La gestión de las instalaciones, propiedad del consorcio público-privado Circuits de Catalunya, fue asumida el pasado 1 de enero por Fira de Barcelona a través de su filial Fira Circuit. En este consorcio participan la Generalitat de Catalunya, su holding industrial Avançsa, el RACC y el Ayuntamiento de Montmeló.

Aunque el circuito batió récords de asistencia en 2023 con más de 812.000 espectadores y aumentó su facturación en un 27%, alcanzando los 42,9 millones de euros. Ahora bien, según informa Expansión, las pérdidas del consorcio ascendieron a 2,9 millones, un 21% más que el año anterior. El balance contó con un importante apoyo de subvenciones de las administraciones públicas, que se duplicaron hasta los 38,65 millones de euros, incluyendo 18,04 millones procedentes del fondo de fomento turístico de la Generalitat.

Actualmente, la Generalitat es el socio mayoritario del Circuit con un 81% de las acciones, mientras que el RACC posee el 13% y el Ayuntamiento de Montmeló el 6% restante. En el ámbito ejecutivo, el director de la instalación es Josep Lluís Santamaria y Oriol Sagrera ejerce de consejero delegado de Fira Circuit. El circuito iniciará próximamente una ampliación de la grada situada al final de la curva 1. Esta modernización forma parte de un plan más amplio para reforzar el retorno económico y retener carreras de alto nivel como la Fórmula 1, cuya continuidad más allá de 2026 está en negociación con Liberty Media. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, señaló recientemente que se explora incluso la opción de que Catalunya figure en la denominación de las futuras carreras. 

En el periodo 2021-2023, en el Circuit de Catalunya se hicieron inversiones por un volumen de 25 millones de euros. Los recursos se han destinado a mejoras en la infraestructura, la seguridad y la sostenibilidad. Según datos de la Generalitat, el impacto económico de las actividades que se llevan a cabo en un año habitual de funcionamiento del Circuit moviliza 326 millones de euros y se genera un PIB de 181 millones y un total de 2.670 puestos de trabajo. 

Una parte fundamental del público proviene de Catalunya y del resto de España. Son aficionados con un conocimiento profundo del deporte, ya sea de Fórmula 1, MotoGP o las 24 Horas de Motociclismo. En la F1 se estima que un espectador internacional invierte hasta 2.000 euros por todo el fin de semana y un aficionado nacional unos 800 euros.

La clave está en que el gasto dentro del circuito es solo una parte del gasto total del visitante. La mayor parte del dinero se deja en hoteles, restaurantes, comercios y transportes de la zona. El visitante internacional procede, principalmente, del Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Francia, Estados Unidos y Australia. A nivel televisivo, una carrera de F1 en Montmeló puede generar más de 3.500 horas de emisión en todo el mundo y una audiencia de más de 350 millones de espectadores.