Ricos que han comprado una casa de más de medio millón de euros y han recibido un permiso golden. Altos directivos o profesionales altamente cualificados. Investigadores y expatriados de empresas que han sido trasladados de otros países. Emprendedores que invierten en España. Y también nómadas digitales que trabajan para empresas de todo el mundo. Los migrantes VIP son cada vez más habituales en las ciudades españolas y tienen derecho a recibir permisos de residencia mucho más ágiles que quienes buscan un permiso de trabajo común. Barcelona ha triplicado en cuatro años los extranjeros con estos permisos desde la pandemia: eran 14.409 en junio de 2021 y 50.365, un tercio de los 163.109 expats con permiso en todo el estado, que casi se han cuadruplicado desde los 42.586 que vivían allí en 2021. 

En plena crisis económica, el gobierno de Mariano Rajoy aprobó en el año 2013 la ley 14/2013, que abría una vía para atraer inversiones extranjeras y facilitaba los permisos de residencia a altos directivos, profesionales altamente cualificados y, el más polémico de todos, a personas que solo por comprar una casa ya obtenían un permiso de residencia o un visado, el famoso golden visa. Este último, cuestionado por múltiples motivos, entre los que destaca el riesgo de entrada de dinero con origen ilícito, fue cancelado en España por Pedro Sánchez el año pasado y se ha dejado de otorgar el mes de abril de este año. Pero otro permiso se sumó al grupo en 2023, en el marco de la nueva Ley de Startups: el que reciben los nómadas digitales, que para declarar impuestos en España pueden recibir un permiso especial. Todos estos permisos, a diferencia de los del resto de migrantes, no pasan por las colapsadas oficinas de Extranjería, sino que tienen una oficina propia, la Unidad de Grandes Empresas de la Seguridad Social.

Permisos de residencia a expatriados, directivos, profesionales altamente cualificados, inversores e investigadores en vigor en la provincia de Barcelona. 

Durante 10 años, el gobierno español estuvo concediendo estos permisos sin publicar los datos, que ON ECONOMIA consiguió a través de abogados por primera vez en abril del año pasado. Esto cambió en noviembre, cuando se publicaron por primera vez los datos de permisos concedidos desde 2013 hasta 2023. Ahora, el ministerio de la Seguridad Social ha actualizado los datos hasta junio de 2025. De los 50.365 extranjeros con permiso VIP en vigor que hay en la provincia de Barcelona (datos de junio de 2024 y cuentan los familiares), los 'golden' que han comprado un piso todavía son los que más permisos han recibido, 15.680, un 31% del total. Pero los directivos y profesionales altamente cualificados también crecen y representan el 27% de los expats con permiso con 13.776 autorizaciones. Los que suben con más fuerza son los nómadas digitales: ya hay 12.652 con permiso en vigor en la provincia de Barcelona, un 25% del total. Los investigadores extracomunitarios con permiso son 2.934, un 6% del total, los emprendedores 2.076, un 4%, y los altamente cualificados con la tarjeta azul, que permite residir en la UE, son 1.993, un 4% del total. 

El año pasado, en Barcelona se concedieron 27.461 permisos (un 30% del total en España), de los cuales 9.240 eran renovaciones y 16.166 permisos iniciales. Se trata de un crecimiento del 36% en comparación con el año anterior, cuando fue 20.100, y de casi el triple que en el año 2021, cuando solo se autorizaron 9.484. Un 32% fueron directivos y profesionales altamente cualificados (8.838) y un 23% nómadas digitales, que con 6.401 superaron ya las golden visa en su último año en vigor.

El ministerio no detalla los países de procedencia, de forma que no se puede saber cuántos rusos recibieron permiso de residencia golden durante los años de la guerra en Ucrania, en los que se les vetó el visado desde su país. Pero sí que se detallan las regiones. El origen más común es de países europeos que no son de la Unión Europea, que incluye a Rusia y al Reino Unido desde el brexit, con 20.374 personas con permiso en vigor. Les siguen los países asiáticos con 12.617 permisos en vigor y sudamericanos y de América Central con 8.752. De América del Norte, Estados Unidos, Canadá y México, hay 5.502 personas con este permiso, mientras que de África viven 2.734 en la provincia y de Oceanía solo 374. 

Regiones de procedencia de los expatriados, directivos, investigadores e inversores con permiso en vigor en la provincia de Barcelona. 

En España, de los 163.109 expats con permiso en vigor, 61.545 son de procedencia europea, 38.317 sudamericanos o centroamericanos, 32.797 son asiáticos y 19.697 de América del Norte, por los 9.672 africanos y 1.049 personas de Oceanía con este tipo de permiso. 

En todo el estado, 54.893 son inversores golden, 45.253 (un 28%) son altos directivos y profesionales altamente cualificados y un 23% (37.787) son nómadas digitales. Los investigadores alcanzan los 8.508 (un 5%) del total y los emprendedores son 4.670, un 3% del total. El año pasado se concedieron 91.170 permisos a expatriados, de los cuales la mitad eran titulares y la otra mitad familiares, y un 59% (53.953) eran permisos iniciales y 30.274 (un 33%) renovaciones. 

Más allá de Barcelona, que acoge a un 31% de los expats con visado especial, en Madrid viven el 24%, 38.935. Málaga es la tercera provincia donde residen este tipo de extranjeros, un 11% con 17.994. En las otras provincias catalanas, la presencia de directivos, nómadas digitales y emprendedores extranjeros no es relevante, aunque se ha disparado. Hay 3.404 en Girona (un 2% del total español), 2.327 en Tarragona (también un 2%) y 298 en Lleida, donde no llegan al 1%.

El año pasado, Madrid recibió 22.615 autorizaciones, el 25% del total, y Málaga 8.925, un 10% del total. En Tarragona se acreditaron 1.502, más de la mitad de los que aún viven allí, y en Girona 1.752, también más del 50% de los que residen allí. 

Los permisos golden han sido cuestionados por otorgar privilegios en clave de residencia legal a las personas con recursos económicos, en contraste con los migrantes sin dinero que a menudo tardan hasta tres años en recibir los permisos de trabajo. También los nómadas digitales y expats tienen estos privilegios. En las ciudades, hay dos lecturas: las empresas celebran poder contar con talento internacional, mientras que los movimientos sociales denuncian que la presencia de los expats encarece la vivienda y el consumo, ya que coloca en el mercado a personas con sueldos medios mucho más elevados que los locales.