Catalunya ha aprobado este martes su Pacto Nacional para la Industria hasta el 2030 con 5 pilares para impulsarla y que crezca su aportación a la economía, que hoy es del 13,5% en empleo y del 18,6% del valor añadido bruto, cifra que aumenta al 50% si se consideran los servicios en la producción. Para hacerlo, el ejecutivo liderado por el presidente Salvador Illa tiene claro que hay que seguir las líneas marcadas por el plan Draghi, un informe que prevé una Europa más industrial, más verde y con empresas mayores que mejoren la productividad y la competitividad hacia unos Estados Unidos que ya no cooperan tanto con la Unión Europea.
En el caso catalán, esta necesidad de mejorar la industria cuenta con algunos puntos fuertes, como el hecho de que Catalunya ya es una de las referentes estatales o la potencia de la industria de la automoción, con Seat como referente, Ebro en crecimiento y la industria auxiliar como motor de crecimiento. Pero también hay algunos puntos débiles, como el retraso en energías renovables o la oposición a algunos proyectos industriales como el de Lotte, que ha recibido alegaciones de los vecinos de Mont-roig del Camp.
La aprobación del Pacto es previo a la elaboración de su contenido, que lo desarrollarán cinco grupos de trabajo con representantes de la Generalitat, de los agentes económicos y sociales, de instituciones, de entidades y de personas expertas en los diferentes ámbitos, en el marco de la Comisión de Empresa y Trabajo del Parlamento. La Comisión Ejecutiva Permanente del Consejo Catalán de la Empresa será la encargada de su gobernanza y de su ejecución y el Plenario del Consejo Catalán de la Empresa será el instrumento de participación y validación de las propuestas que surjan de los diferentes grupos de trabajo.
El documento final tiene que dar respuesta a tres finalidades basadas en el informe de Mario Draghi. La primera es aumentar la productividad con el fin de reducir la brecha en tecnologías clave y se potencie la capacidad de exportar productos sofisticados.
La segunda es caminar hacia la descarbonización con un cambio de modelo de producción y consumo sostenible basado en el Pacto Verde Europeo.
Y la tercera es construir una industria "más resiliente" y autónoma que pueda garantizar el suministro de materias primas, de energía y tecnologías limpias, y aumentar la seguridad", en palabras del documento.
Con el fin de hacerlo, las actuaciones del nuevo Pacto tienen que definir un número reducido de actuaciones transformadoras" con una dotación presupuestaria adecuada y un calendario y compromiso de recursos para cada uno de los años de vigencia. Y las actuaciones se estructurarán en cinco ámbitos temáticos: sostenibilidad y energía, empleo de calidad, innovación y competitividad, infraestructuras y suelo industrial y un eje transversal con el fin de favorecer la coordinación en el ámbito institucional con el fin de optimizar los otros puntos.