La Marina del Reino Unido ha comenzado a probar un robot submarino avanzado diseñado para proteger infraestructuras críticas bajo el mar, como cables y oleoductos, mediante la detección y neutralización de posibles amenazas de sabotaje. Este vehículo operado a distancia (ROV, por sus siglas en inglés) ha sido adaptado por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTL), una agencia ejecutiva del Ministerio de Defensa británico, para enfrentar tanto amenazas de sabotaje como municiones sin detonar (UXO), las cuales representan un grave riesgo para barcos y buzos.
El ROV, desarrollado en colaboración con empresas como Alford Technologies, Atlantas Marine, Sonardyne y ECS Special Projects, tiene el potencial de convertirse en un recurso fundamental para la seguridad marítima en aguas profundas. Según ingenieros del DSTL, esta tecnología no solo protegerá al personal militar, sino que también aportará valor económico al público, al reducir riesgos y optimizar costos operativos.
El robot comercial ha sido mejorado con sistemas especializados que permiten detectar municiones sin explotar y colocar cargas explosivas de manera remota para su neutralización segura y controlada. De esta forma, se elimina la necesidad de intervención humana directa, lo que incrementa la seguridad de las operaciones y reduce el peligro para los buzos.
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Equipado con avanzados sistemas de navegación submarina, el ROV puede lanzarse desde un barco o desde la costa. Una vez desplegado, transmite imágenes en tiempo real y datos de sonar a los operadores, quienes evalúan las amenazas y ejecutan las tareas de desactivación de manera remota. Esta capacidad proporciona una forma segura, efectiva y eficiente de enfrentar peligros submarinos.
El robot puede operar a profundidades superiores a las que pueden alcanzar los buzos humanos y permanecer activo durante largos periodos, lo que lo hace ideal para misiones prolongadas en aguas profundas o peligrosas. Esto es especialmente relevante en zonas donde cables submarinos y oleoductos, elementos clave de la infraestructura moderna, están expuestos a ataques o daños accidentales.
Además, la tecnología no se destruye durante su uso, por lo que puede ser reutilizada en múltiples misiones, lo que representa un ahorro significativo y un uso más eficiente de los recursos públicos. La colaboración con la industria también impulsa beneficios económicos y promueve empleos especializados en el sector.
Las pruebas de campo ya se han realizado en distintos lugares, incluyendo Horsea Island (Portsmouth), el puerto de Portland, Gales del Sur y Noruega, demostrando la capacidad del robot en diversas condiciones submarinas. Esta innovación tecnológica está posicionando al Reino Unido a la vanguardia de la seguridad y defensa marítima.