No es nueva la idea de que los robots espaciales sean enviados al espacio con la intención de probar distintas latitudes, pero puede que ahora el plan se encuentre mucho más avanzado.
Desde la NASA están buscando la posibilidad de crear robots que sean los encargados de trabajar en el espacio sin la necesidad de los astronautas.
¿Desde cuándo se vienen trabajando con los robots espaciales?
Los dispositivos electrónicos o robots existen desde hace muchísimos años, de hecho, la palabra Robot existe desde 1920 gracias al periodista y filósofo checo Karel Capek.
Ahora bien, el objetivo que tiene la NASA y distintas comunidades espaciales es bastante sencillo: contar con robots que utilicen inteligencia artificial y que puedan explorar el espacio mejor que nosotros.
¿Por qué utilizar robots en el espacio?
A diferencia de los humanos, los robots no se inmovilizan o presentan fallas por el miedo y por las dudas. Los robots tienen la capacidad de actuar con precisión, también con flexibilidad y generalmente sus estructuras se encuentran hechas para soportar las condiciones del espacio.
Actualmente, la mayoría de los robots que tiene la NASA los divide en robots internos y robots de exploración. Mientras que los primeros son usados para experimentos dentro de la estación espacial, los segundos tienen autonomía en el espacio e instrumentos para recoger muestras u otros objetos.
Es muy probable que, en el futuro, los robots tipo Optimus que ha fabricado la compañía Tesla, sean los que se encarguen de hacer tareas peligrosas y fuera del alcance humano.

Robots astronautas fabricados por Japón
Si hay un país que se encuentra avanzado en cuanto a robótica se refiere, ese es Japón. La empresa Gitai está creando androides autónomos que se puedan manejar desde la Tierra, pero que se encuentren en órbita.
Puede que, aunque nos parezca “costoso” producir un robot de estos, en realidad las empresas espaciales reducen hasta en un 90% (o al menos así lo dice Gitai) el gasto.
El robot astronauta de Google y la NASA
Si no has escuchado esta combinación, te decimos que su hijo es Spheres, un robot esférico propulsado por el CO₂. El cerebro de la máquina se conoce como Tango y hay varios modelos fabricados.
Son robots del tamaño de una bola de boliche y cuentan con la capacidad de hacer aplicaciones espaciales y militares. Según el gerente de SPHERES, se planea en el futuro agregar acelerómetros, capacidad de procesamiento, cámara y mayor comunicación con el robot.
El objetivo final de este tipo de robots es muy simple: dar más tiempo y oportunidad a los astronautas de investigar más cosas mientras los robots “hacen el trabajo sucio”.