Israel ha logrado un importante avance en la tecnología de armas de energía láser al desplegar con éxito varios sistemas de intercepción láser de alta potencia en un entorno operativo real. Este logro representa la primera utilización confirmada a nivel mundial de láseres de alta energía en escenarios de guerra reales. El desarrollo de estos sistemas fue resultado de la colaboración entre la Dirección de Investigación y Desarrollo de Defensa (DDR&D), la Fuerza Aérea de Israel (IAF) y la empresa RAFAEL Advanced Defense Systems.
Los prototipos experimentales, diseñados como parte de un programa acelerado del Ministerio de Defensa de Israel, forman parte del conjunto más amplio de armas de energía láser de RAFAEL y servirán de base para el sistema IRON BEAM, que se espera esté completamente operativo a finales del año. Este sistema tiene como objetivo ofrecer una solución de defensa aérea precisa, rentable y de bajo mantenimiento para neutralizar amenazas aéreas como drones, cohetes y municiones merodeadoras. Sobre todo, después de los ataques de Irán al país hebreo a lo largo de 2024.
El personal de la Fuerza Aérea israelí, debidamente capacitado, operó los sistemas láser y logró una alta tasa de éxito en la intercepción de objetivos durante las pruebas. Estos resultados destacan la efectividad de los sistemas láser en una estrategia nacional de defensa aérea por capas. Según el doctor Daniel Gold, uno de los responsables de proyecto, el éxito del proyecto es la culminación de décadas de investigación y desarrollo dentro del país. Además, estas pruebas validan el rendimiento de los sistemas láser de alta energía y abren la puerta para su integración en los distintos dominios de defensa del país, no solo en el aire, también en servicios terrestres y marítimos.
Israel ahora posee armas láser con las que puede proteger su espacio aéreo de amenazas
Se espera que el sistema IRON BEAM redefina los parámetros de defensa al ofrecer una capacidad de intercepción precisa a una fracción del costo que implican los sistemas convencionales. Por su parte, el jefe de la División de Defensa Aérea de la IAF, elogió la adaptabilidad y competencia técnica del personal militar para integrar los nuevos sistemas. Atribuyó el éxito a la estrecha cooperación entre las unidades operativas y el ecosistema tecnológico nacional de defensa.
El éxito israelí ha generado un creciente interés global en las tecnologías de defensa basadas en la energía láser. Diversas naciones están acelerando sus propios programas de desarrollo ante la necesidad de contar con medidas rentables contra amenazas aéreas emergentes. En Estados Unidos, se destacan programas como HELWS (High Energy Laser Weapon System), diseñado para unidades móviles terrestres, así como los sistemas HELIOS y LaWS de la Marina estadounidense, que están siendo probados en buques de guerra.
El Reino Unido también avanza con su sistema DragonFire, desarrollado conjuntamente por la DSTL y otras entidades. China, bajo el mando de su Fuerza de Apoyo Estratégico del EPL, ha estado probando configuraciones láser tanto montadas en vehículos como fijas. Rusia ha anunciado el sistema Peresvet, un láser terrestre orientado a la defensa aérea y antisatélite, aunque con escasa información pública.
En resumen: las armas láser ya no son el futuro, son el presente de las fuerzas armadas de todo el planeta. Con esta mejora sustancial de los sistemas de energía dirigida los ejércitos se embarcan en una transformación radical en cuanto despliegue y efectividad en el campo de batalla. Habrá que ver cómo evoluciona el proyecto presentado por Israel, pero todo apunta a que después de este país le seguirán el resto de las potencias. Las armas láser han llegado para quedarse y ser toda una revolución.