En esta ocasión, queremos hablarte de una alianza entre el emergente sector espacial y la industria pesada, que ha unido a las compañías Interlune y Vermeer Corporation. En un reciente comunicado, publicado en la página web de Interlune, se acaba de presentar la primera excavadora diseñada para trabajar en la Luna. El objetivo no es otro que extraer un material prácticamente inexistente en la Tierra, pero abundante en la superficie de la Luna.
Así extraeremos el oro lunar del siglo XXI
Acompáñanos a conocer el prototipo de excavadora lunar, capaz de procesar hasta 100 toneladas de regolito por hora en un flujo continuo. Estamos ante el acuerdo de desarrollo conjunto de una tecnología creada entre Interlune y Vermeer Corporation. Rob Meyerson, CEO y cofundador de [Interlune](https://www.interlune.space/press-release/space-resources-company-interlune-unveils-full-scale-prototype-of-excavator-for-harvesting-helium-3-from-the-moon), asegura que "Vermeer tiene un legado de innovación y excelencia que comenzó hace más de 75 años, lo que los convierte en el socio ideal para Interlune".
Por su parte, Jason Andringa, CEO de Vermeer Corporation, no duda en afirmar que "combinar mi pasión personal por la aeronáutica y la astronáutica con el equipo Vermeer que lleva el nombre de mi abuelo para cosechar recursos de manera cuidadosa y responsable para hacer de nuestro mundo un lugar mejor es algo de lo que estoy increíblemente orgulloso".

El sistema de recolección se encuentra dividido en cuatro fases: excavar, clasificar, extraer y separar. A diferencia de los métodos tradicionales, el diseño de Interlune reduce la fuerza de tracción, el consumo energético y la generación de polvo, una ventaja fundamental en un entorno donde el polvo lunar es altamente abrasivo y puede dañar equipos con facilidad.
Eso sí, más allá del logro técnico, podemos estar ante un nuevo modelo económico, donde los recursos extraterrestres podrían llegar a integrarse en la cadena de suministro terrestre. En este caso, el material que podría ser extraído es el helio-3, in isótopo estable y no radiactivo, tan codiciado por su potencial como combustible para la fusión nuclear, como por su uso en imagen médica avanzada, sensores cuánticos y tecnologías de defensa.
La NASA y el Departamento de Energía de Estados Unidos han financiado parte del desarrollo de esta tecnología, además de los más de 16 millones de euros en inversión privada. A lo largo de este año y el siguiente, la empresa Interlune tiene la intención de llevar a cabo varias misiones lunares para poder dar fe de que su tecnología es viable en nuestro satélite.
Si acaba por confirmarse la viabilidad técnica del proyecto, Interlune podría convertirse en la primera empresa privada en comercializar recursos extraídos del espacio. Lo que antes era una total quimera, ahora empieza a adquirir forma de maquinaria espacial y ruedas blindadas. Y todo apunta a que el primer tesoro que se traerá de la Luna no será oro, sino un gas noble que podría cambiar el futuro de la energía en la Tierra.