Una nueva aeronave sobrevuela los hangares de Chengdu. En una reciente imagen filtrada, que parece que ha sido capturada de la pantalla de un ordenador, se ha revelado por primera vez la silueta casi completa del J-36, el esperado caza de sexta generación que China desarrolla en secreto desde hace años. Y tiene tantas curiosidades que explorar, que merece la pena detenerse en ellas. Solo te adelantaremos: asientos lado a lado, tres entradas de aire y una capacidad de carga interna que recuerda más a un bombardero.
Se filtra el caza de sexta generación chino
La fotografía, pese a su calidad irregular, ha provocado una tormenta de reacciones entre reputados analistas militares. Según importantes medios, como es el caso de The War Zone, el aparato mediría cerca de 23 metros de largo y pesaría entre 45 y 54 toneladas, muy por encima del J-20, el actual caza estrella de la Fuerza Aérea del páis asiático.
Sin embargo, lo que realmente ha descolocado a los expertos es su cabina. Parece que esta apuesta por un diseño de doble asiento en paralelo, más propio de un bombardero como el Su-34 ruso o el legendario F-111 norteamericano que de un caza tradicional. Este detalle sugiere una operación colaborativa a bordo, ideal para misiones de largo alcance, guerra electrónica o control de enjambres de drones.
En el vientre del avión se aprecian tres compartimentos, posiblemente para ubicar armamento, uno central y dos laterales, algo que hasta ahora era solo una especulación. Este diseño permitiría alojar desde misiles aire-aire hasta armas de largo alcance, manteniendo la firma radar al mínimo. La apuesta por la carga interna refuerza su perfil furtivo, clave en un escenario moderno de guerra.

Existen, además, otros elementos que refuerzan esta idea, como puede ser su configuración de triple motor, intuida gracias a las tres tomas de aire de la imagen filtrada: dos inferiores y una superior. Este un enfoque inusual, ya que la mayoría de cazas modernos optan por dos motores por eficiencia y redundancia, pero que podría proporcionar un empuje brutal para misiones de gran alcance o con cargas pesadas.
Si nos fijamos en la parte delantera de la aeronave, esta incluiría sensores dorados, que probablemente se correspondan a un sistema óptico-electrónico de seguimiento y designación de objetivos, similar al EOTS del F-35. Es por ello que muchos expertos aseguran que el J-36 parece buscar el equilibrio entre sigilo, alcance y versatilidad táctica.
A pesar de las dudas sobre la autenticidad de la imagen, algunos elementos del fondo parecen coincidir con instalaciones de pruebas del fabricante Chengdu Aircraft Corporation, lo que añade credibilidad a la filtración. Todo apunta a que el J-36 no será solo un caza furtivo, sino un híbrido entre un avión con la letalidad de un interceptor, la capacidad de un bombardero táctico y la inteligencia de una plataforma de guerra en red.
En otras palabras, podríamos estar ante un depredador invisible y multipropósito, diseñado para hacerse con la superioridad aérea en el siglo XXI. ¿El futuro del combate aéreo ha dejado de ser un duelo entre cazas para convertirse en una partida de ajedrez de largo alcance? La respuesta podría proceder del Pacífico y ser un rotundo sí con este J-36.