Si te acabas de comprar un móvil, seguro que su pantalla es OLED y, gracias a ella, disfrutas de colores mucho más puros y hasta puedes jugar mejor a videojuegos gracias a la mínima latencia de esta tecología. Con todo, las pantallas OLED tienen un problema serio: son caras y, por ello, las compañías buscan ya un sistema alternativo que permita crear pantallas flexibles (imprescindibles para los móviles plegables), duraderas y de bajo coste. Esa tecnología se llama NanoLED.

¿Qué es?
El nuevo sistema se ha presentado en la última edición del CES y funciona de un modo muy distinto a los sistemas LECD, OLED o MicroLED (sistema elegido por Apple). En las pantallas OLED los píxeles se apagan completamente y, por eso, no vemos colores negros iluminados o grisáceos como los que dispensan otros sistemas y tanto nos desagradan; pero en el sistema NanoLED el funcionamiento es distinto: cada uno de sus píxeles está formado por otras unidades más pequeñas, los Quantum Dots, capaces de crear un diodo emisor de luz RGB. Así, las pantallas NanoLED se definen como dispositivos electroluminiscentes de puntos cuánticos. Cada Quantum Dot se activa gracias a la electricidad y emite luz, lo que permite reducir el número de capas para crear una pantalla. Por tanto, los dispositivos son más baratos.
De la teoría a la práctica
Aunque la presentación del CES se limitó a modelos teóricos, hay constancia de la existencia ya de las primeras pantallas que emplean esta tencología. De hecho, una de ellas parece haber sido fotografiada en el CES 2023. Era pequeña, de seis pulgadas y estaba identificada como un prototipo. En breve, si todo va como se espera, podrán llegar a su fase comercial y las tendremos en televisiones, móviles, y hasta gafas VR. Con el NanoLED, todo será más delgado, más flexible y, lo más importante, costará menos dinero.