Después de que este viernes el Tribunal de Apelaciones del Reino Unido haya desestimado el recurso del príncipe Enrique contra el gobierno británico, en lo referente a las garantías de seguridad policial en el cual tiene derecho el hijo de Carles de Inglaterra cuando visita su país, este ha asegurado que está "devastado" por la resolución judicial y ha señalado, en una entrevista en la BBC, que le gustaría reconciliarse con su familia. El duque de Sussex cree que es "imposible" volver con su mujer y sus hijos al Reino Unido después de perder su demanda legal sobre seguridad personal. Al príncipe se le anuló la seguridad en el Reino Unido en el 2020, cuando dejó el cargo de miembro de la realeza y se trasladó a los Estados Unidos con su familia.
El príncipe asegura que los cambios en su estado de seguridad en el 2020 no solo lo habían afectado a él, sino también a su mujer y, más tarde, a sus hijos: "Todo el mundo sabía que nos estaban poniendo en riesgo en el 2020 y esperaban que yo, sabiendo este riesgo, nos obligara a volver". También ha indicado que "amo mi país, siempre lo he hecho... y creo que es realmente triste no poder mostrar mi patria a mis hijos". Con todo, el príncipe Enrique ha dicho que no presentará ninguna otra impugnación legal, ya que la sentencia "ha demostrado que no había manera de ganar eso a través de los tribunales".
Recurso desestimado por el comité de Protección de la Realeza y las Figuras Públicas
Su queja legal se centró en un comité denominado Protección de la Realeza y las Figuras Públicas, que autoriza la seguridad de los altos miembros de la realeza en nombre del Ministerio del Interior, y que en aquel momento estaba presidido por Sir Richard Mottram. Según el reglamento del comité, el príncipe Enrique ha argumentado que su caso se tendría que haber presentado ante el Consejo de Gestión de Riesgos (RMB), quien habría evaluado "las amenazas a su seguridad y la de su familia, pero eso no ha pasado".
Por su parte, el palacio de Buckingham también cierra las puertas a otra resolución: "Todas estas cuestiones han sido examinadas repetida y meticulosamente por los tribunales, con la misma conclusión llegada en cada ocasión". En un comunicado, Buckingham considera que habría sido constitucionalmente inadecuado intervenir, mientras es el gobierno del Reino Unido a quien examinaba el caso y los tribunales lo revisaban. El comunicado lo ha hecho la casa real británica después de que Harry dijera que "eso es una buena trampa del establishment en la antigua".