Repartidas por el subsuelo de Palencia, Asturias y León hay miles de kilómetros de galerías subterráneas que, en su mayoría, están llenas de agua, pues pertenecen a antiguas explotaciones carboníferas que se inundaron al finalizar las labores y cesar con ellas las labores de bombeo hidráulico asociadas. Ahora, y así lo considera el Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Centro (COIMCE), podrían tener un nuevo uso: convertirse en espacios en los que almacenar hidrógeno y CO2. Con ello, además, se reactivaría la economía de comarcas a las que el desordenado cierre de la minería en 2018 y el no menos atropellado final de las térmicas de carbón han convertido en páramos sin futuro.

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Complemento

Para Alfonso Vázquez, decano-presidente del COIMCE, estas galerías serían un complemento “perfecto” a los desarrollos de energías renovables e marcha: “Hacen falta grandes superficies subterráneas como las que Léon tiene y que derivan de sus minas de carbón cerradas”, indicó esta semana durante la presentación del 15 Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales que se celebrará en León del 22 al 24 de noviembre.

¿Buenos tiempos para la minería?

La minería, adelantó, vive hoy un momento bueno en el que, señala, “se reactivan explotaciones abandonadas en su tiempo por falta de rentabilidad”. La Guerra de Ucrania, que según Vázquez, “nos ha enseñado que conviene ser menos dependientes de recursos energéticos y mineros del exterior y el avance en la tecnología hace que determinados yacimientos sean ahora sostenibles y rentables”. Principalmente, se refiere a minería metálica, pero también citó, entre líneas, al carbón: “No veo motivos para que ciertas asociaciones e instituciones vean la actividad minera como ese gran monstruo que no es. En la actualidad tienen cabida todas las fuentes de energía existentes y todas ellas deben formar parte del futuro mix energético nacional. No todo son energías renovables, por lo que se debe tener un mix energético equilibrado en el que tengan cabida en mayor o menor medida cada una de las fuentes energéticas disponibles”. Las minas de carbón, mientras alguien se decide a mirar al viejo negro mineral  de otro modo, podrán tener una nueva vida como sumideros de CO2. España, en ese ámbito, es líder europeo.