En lo económico vamos muy rezagados (incluso en Malta, con un PIB per cápita del 102% de la media europea, se vive mejor que aquí, donde sólo ingresamos el 85% de esa media), pero España sigue siendo líder en algunas cosas. Por una vez, además, no tiene que ver ni con horas de sol, ni con número de monumentos patrimonio de la Humanidad ni con bares por cada mil habitantes: somos líderes en absorciones de CO2.

captura de carbono
 

¿Quién lo dice?

El dato se recoge en el informe Evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España. Lo ha elaborado una consultora internacional de medio ambiente (Liken Carbon Hub) y lo publica la Fundación Naturgy. Los sistemas de absorción activos en España neutralizan el doble de toneladas que Francia, Italia o Polonia.

¿Cómo se hace?

En toda Europa se absorben cada año 229 millones de toneladas de CO2, lo que implica extraerlas del medio ambiente y neutralizarlas. 45 millones de esos 229 se neutralizan en España. Francia, Italia y Polonia sólo cuentan con 20 cada una. La absorción se realiza en tierras de cultivo y explotaciones forestales como las que, por ejemplo, mantiene Hunosa en su proyecto de minería inversa. Mediante masa vegetal (aunque también podría hacerse en masas de agua)se absorbe CO2 de origen fósil que se convierte en oxígeno mediante, por ejemplo, la fotosíntesis que realian los árboles. Lo explica Luis Robles, socio director de Liken Carbon Hub: “El objetivo de neutralidad climática implica que debemos reducir al máximo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, potenciando las absorciones de aquellas que no podamos reducir; de esta manera, podremos alcanzar un equilibrio neto entre absorciones y emisiones”. En España, desde 2005, este sector absorbe cada año una media de 45 millones de toneladas de CO2, y en 2021 contribuyó a reducir las emisiones totales alrededor de un 15%. El documento de Liken Carbon Hub constata que entre 2005, año de entrada en vigor del mercado de emisiones, y 2021, España ha hecho un gran esfuerzo para reducir sus emisiones. Sin embargo, los datos reflejados en el informe ponen de relieve la necesidad de seguir trabajando para poder alcanzar el objetivo que recientemente ha marcado España en el borrador de actualización del PNIEC a 2030, que fija un 32% de reducción de emisiones respecto a 1990.