La luz, por mucho que haya bajado últimamente, está a precios nunca vistos, pero lo que para nosotros es un desacato inasequible es para otros europeos que viven más al norte tal que una bendición. Por eso, porque en sus países de origen la electricidad se paga todavía más cara que aquí, toda la costa mediterránea se está llenando de refugiados energéticos.

9e
 

Los camping, llenos

Para instalarse, la mayoría de ellos escogen cualquiera de los muy bien equipados, reconocidos, elegantes y tranquilos (durante estos meses) campings que llenan las zonas turísticas de Catalunya, Valencia, Baleares, Murcia y Andalucía. En realidad, no es nada nuevo que lo que ya sucedía en inviernos anteriores pero, ahora, además de buscar un clima mejor y unos precios más asequibles en bares, restaurantes y comercios varios, buscan ahorrar en calefacción. Igual que sucede en muchos pueblos de la Cornisa Cantábrica cuyos jubilados se mudan en verano a Benidorm echando mano del Imserso para no gastar en calefacción en sus fríos lugares de origen, sus equivalentes escandinavos, británicos, alemanes y hasta franceses hacen ahora lo mismo.

Camping Bungalow Resort Spa La Ballena Alegre
 

Una constante

Desde las diferentes organizaciones que agrupan los campings de la costa mediterránea se admite que la presencia de este tipo de turistas ha crecido mucho en los últimos meses. Hay muchos holandeses y noruegos, ya que en estos países la electricidad es muy cara. Abundan también los alemanes, que son junto a los holandeses los europeos más aficionados al camping. Sea como fuere, y sobre todo después de la pandemia, estos refugiados energéticos se han convertido en una verdadera bendición para los campings hispanos.